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lunes, 28 de julio de 2008

¿Qué es la salvación?

El tema central de la Biblia es la redención o salvación del hombre; desde Génesis 3 hasta Apocalipsis 22 podemos ver el desarrollo del plan de redención de Dios para el ser humano.


¿Por qué necesitamos salvación?

Existe un solo Dios verdadero, creador de todas las cosas visibles e invisibles. Este Dios es todopoderoso y perfecto. Su principal característica es que es perfectamente santo ( sin maldad, sin error, puro), justo y misericordioso.

En cambio en el ser humano hay maldad, injusticia y falta de misericordia. A esto se le conoce como pecado y es precisamente esto lo que nos separa de un Dios perfectamente santo.

pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.

Porque vuestras manos están contaminadas de sangre, y vuestros dedos de iniquidad; vuestros labios pronuncian mentira, habla maldad vuestra lengua.

(Isaías 59:2-3 RV1960)

Por ser un Dios perfectamente santo el aborrece el pecado y al pecador.

Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad;

El malo no habitará junto a ti.

Los insensatos no estarán delante de tus ojos;

Aborreces a todos los que hacen iniquidad.

(Salmos 5:4-5 RV1960)

Siendo Dios un Dios perfectamente justo tiene que hacer justicia y castigar la maldad del hombre. Para esto ha declarado un dia de juicio para todos en donde juzgará con perfecta justicia todas nuestras obras y nuestros pensamientos.

Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,

(Hebreos 9:27 RV1960)


en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.

(Romanos 2:16 RV1960)


Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.

(1 Corintios 4:5 RV1960)

Pero antes de hacer este juicio él tiene que mostrar al ser humano cuan grande es nuestra maldad y cuan pecaminoso es nuestro pecado delante de un Dios perfectamente santo. Para castigar un delito tiene que haber una ley que declare lo que es el delito. Dios nos ha dado su ley divina, los diez mandamientos, para mostrarnos nuestros delitos.

Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado.

(Romanos 5:13 RV1960)


Pues la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión.

(Romanos 4:15 RV1960)


¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás.

(Romanos 7:7 RV1960)


Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios;

ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.

(Romanos 3:19-20 RV1960)


conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,

(1 Timoteo 1:9 RV1960)

Habiendo una ley para juzgar no hay excusa para un juicio justo. Por tanto, esta ley debe ser cumplida para ser salvo del juicio de Dios. El problema es que tenemos que cumplir toda la ley perfectamente pues si fallamos en uno de los puntos de la ley nos hacemos culpables. Es como si toda la vida no hubieras cometido ningun delito y un dia cometes uno que te hace ir a a carcel. Dios requiere que seamos perfectos en cumplir la toda ley.

Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.

(1 Juan 3:4 RV1960)


Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.

(Santiago 2:10 RV1960)


Perfecto serás delante de Jehová tu Dios.

(Deuteronomio 18:13 RV1960)


Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.

(Mateo 5:48 RV1960)


Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.

(Gálatas 3:10 RV1960)


Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán.

(Deuteronomio 28:15 RV1960)

Obviamente ninguno de nosotros podemos cumplir toda la Ley de Dios.

Como está escrito:

No hay justo, ni aun uno;

(Romanos 3:10 RV1960)


por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,

(Romanos 3:23 RV1960)

La Ley de Dios, los diez mandamientos, nunca ha sido abolida, pues es necesaria para poder juzgar; sin la ley no puede haber juicio.

No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.

Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.

De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.

Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

(Mateo 5:17-20 RV1960)


Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la ley

(Lucas 16:17 RV1960)


Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.

(Apocalipsis 20:12 RV1960)


Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. Jehová marcha en la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies.

(Nahum 1:3 RV1960)


Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados;

(Romanos 2:12 RV1960)


Sólo Dios puede cumplir su propia Ley. Dios es justo y sabe que no podemos cumplirla y por su gran misericordia envió a su Hijo, que la podia cumplir pues el es perfectamente santo, a pagar el precio de nuestros pecados y de esta forma satisfacer su justicia perfecta.

La Ley de Dios nos condena, no salva a nadie.

ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.

(1 Corintios 15:56 RV1960)


Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;

(Romanos 8:3 RV1960)


sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,

sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,

(1 Pedro 1:18-19 RV1960)


así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.

(Hebreos 9:28 RV1960)


pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,

(Hebreos 10:12 RV1960)


Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

(Hebreos 4:15 RV1960)

El fin de la Ley es darnos cuenta de que no podemos cumplirla, de que estamos perdidos, de que necesitamos un salvador.

porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.

(Romanos 10:4 RV1960)


De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.

(Gálatas 3:24 RV1960)


Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

(Romanos 8:1 RV1960)


sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.

(Gálatas 2:16 RV1960)


No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.

(Gálatas 2:21 RV1960)


Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá;

(Gálatas 3:11 RV1960)


Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero,

(Gálatas 3:13 RV1960)


Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;

(Romanos 5:1 RV1960)


Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;

no por obras, para que nadie se gloríe.

(Efesios 2:8-9 RV1960)

La Ley solo tiene dos caminos: la muerte por medio de las obras de justicia que hagamos o la vida por medio de la fe en Jesucristo.

¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley.

(Romanos 3:31 RV1960)

Vemos pues que necesitamos ser salvos de la ira de de Dios y de su juicio justo al no poder cumplir su ley divina. Pues Dios castigará la maldad de los seres humanos en el dia del gran juicio final en el fin del mundo. Por la gran misericordia de Dios y la justicia hecha en su Hijo Jesús podemos ser justificados, declarado inocentes, delante de Dios por nuestra fe en su Hijo Jesús.

Hoy es el dia de la salvación, mañana puede ser tarde.

Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,

(Hebreos 9:27 RV1960)


El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.

(Juan 3:36 RV1960)

Recuerda, nadie escapará del juicio perfecto e ira de Dios.

y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.

(1 Tesalonisenses 1:10 RV1960)

Por lo tanto, reconoce que has pecado contra Dios y que no hay nada que puedas hacer por ti mismo para justificarte delante de él. Arrepientete de tus pecados y conviertete creyendo y obedeciendo a Jesús, el único que nos puede salvar del juicio justo de Dios y de su ira santa.

Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,

(Hechos 3:19 RV1960)


Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí;

Sana mi alma, porque contra ti he pecado.

(Salmos 41:4 RV1960)


Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.

Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

(Hechos 4:11-12 RV1960)

La Salvación


Religión por esfuerzo propio

Salvación por fe

Meta

Agradar a Dios con nuestras obras.

Confiar en Cristo y luego vivir para agradarle.

Medios

Práctica, servicio diligente, disciplina y obediencia, en espera de la recompensa.

Confiese, sométase y sujétese al control de Cristo.

Poder

Esfuerzo bueno y sincero por medio de la autodeterminación.

El Espíritu Santo en nosotros nos ayuda a hacer buenas obras para el reino de Cristo.

Control

Automotivación, autocontrol

Cristo en mí; yo en Cristo.

Resultados

Culpa crónica, apatía, depresión, fracasos, deseos constantes de aprobación.

Gozo, gratitud, amor, dirección, servicio, perdón


La salvación por fe parece muy fácil para mucha gente. Pensarán que necesitan hacer algo para salvarse. Su religión viene a ser un autoesfuerzo que conduce ya sea al desaliento o al orgullo y por último a la muerte eterna. El camino simple de Cristo es la única vía que conduce a la vida eterna.

Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

(Juan 14:6 RV1960)





miércoles, 23 de julio de 2008

La mente carnal

La mente carnal del hombre es la que está sujeta a la esclavitud del pecado, la que ama más las tinieblas que la luz, que se complace en el pecado. Vemos que al hombre le fascina lo oculto, el misterio, el miedo, la violencia, la sangre, la maldad, la morbosidad; prueba de todo esto es la preferencia de estos temas en el entretenimiento (música, cine, televisión). El hombre no posee libre albedrío pues está inclinado hacia a la maldad.

Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.

(Romanos 7:18 RV60)


Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.

(Juan 3:19 RV1960)


Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.

(Juan 12:46 RV1960)


para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.

(Hechos 26:18 RV1960)


Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.

(2 Corintios 4:6 RV1960)


el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,

(Colosenses 1:13 RV1960)


Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;

(1 Pedro 2:9 RV1960)


Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.

(2 Timoteo 2:24-26 RV60)


Los que creen que el libre albedrío existe son también, por lo general, los que creen que la salvación hay que ganarla y mantenerla y que se puede perder. No comprenden que Dios es absolutamente soberano y nada pasa fuera de su voluntad.

Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.

(Romanos 9:16 RV1960)


Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

(Romanos 8:38-39 RV60)


Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.

(Judas 1:24-25 RV60)

Son también los mismos que no pueden confiar en la sola predicación de la Palabra de Dios para evangelizar. Son los que piensan que hay que usar nuevos métodos de evangelismo para persuadir a las personas a hacer una decisión por Cristo y hasta no utilizan la Palabra de Dios sino mensajes inspiracionales, de motivación, auto superación, auto suficiencia y auto estima muy parecidos a los enseñados por el humanismo y la sicología en el mundo; para hacer cosquillas a los oídos y tratar de persuadirlos. Son los predicadores del evangelio humanista y sicológico, centrado en el hombre y en su auto suficiencia y no centrado en Cristo y la soberanía de Dios. Son los que creen que la autonomía del hombre predomina por sobre la soberanía de Dios. Prediquemos solamente la Palabra de Dios la cual es suficiente para poder salvar.

Y cuando Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo estaba entregado por entero a la predicación de la palabra, testificando a los judíos que Jesús era el Cristo.

(Hechos 18:5 RV60)


Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.

(1 Corintios 1:21 RV60)


Por lo general, son también los que tienen un punto de vista escatológico terrenal, al ver un reino de mil años después de la segunda venida a pesar de que muchas veces en las escrituras habla de que cuando venga Cristo es el fin de este mundo y luego vienen cielos nuevos y tierra nueva.



Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.

(2 Pedro 3:10-13 RV60)

Son también los que piensan que a pesar de que Cristo reina en el corazón del creyente no ven que Cristo está reinando ahora mismo porque vivimos en un mundo lleno e pecado y se olvidan de que para Dios no hay nada imposible.

Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.

(Colosenses 3:1 RV60)


pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,

(Hebreos 10:12 RV60)


Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.

(Apocalipsis 3:21 RV60)


Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos,

(Apocalipsis 4:9 RV60)


Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte.

(1 Corintios 15:25-26 RV60)

No pueden ver que el diablo ha sido vencido, atado, pues como la Biblia dice que anda como león rugiente buscando a quien devorar, 1Pedro 5:8, no pueden entenderlo y se confunden.

Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,

(Hebreos 2:14 RV60)


El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.

(1 Juan 3:8 RV60)


y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

(Colosenses 2:15 RV60)


Todos pensamos de forma carnal, pues es nuestra naturaleza humana. Debemos renovar nuestras mentes por medio de la Palabra de Dios solamente y centrarnos en Cristo y la soberanía de Dios y no en nosotros y nuestra auto suficiencia. Debemos desligarnos del humanismo y la sicología de este mundo que se ha infiltrado dentro del cristianismo y que distorciona la verdad y es contraria a la Palabra de Dios.



sábado, 19 de julio de 2008

La Gracia de Dios es irresistible

Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?
(Daniel 4:35 RV1960)

Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
(Mateo 6:9-10 RV60)

Si reconocemos la soberanía absoluta de Dios no tendremos problemas para entender que Dios hace siempre su voluntad y de que nuestra autonomía está subordinada a su soberanía. Dios es quien elige a los que han de ser salvos y a los que ha destinado a condenación.


Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
(2 Tesalonisenses 2:13-14 RV60)

Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.
(Judas 1:4 RV1960)


La gracia de Dios es su misericordia, su perdón; pues el no tiene porque perdonarnos pues todos hemos pecado contra Dios y debido a su justicia perfecta merecemos la condenación.

Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio;
(2 Pedro 2:4 RV60)

La predicación del evangelio es el llamado a los escogidos de Dios, somos instrumentos suyos para llamar a los que han de ser salvos.

a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
(2 Tesalonisenses 2:14 RV60)

Es por esta razón que debemos seguir predicando la Palabra de Dios a pesar que él ya escogió desde antes de la creación a los que habían de ser salvos por su voluntad. No es que el previó a los que iban a creer sino que el escogió a quienes el les iba dar la fe para creer. La fe en creer en Jesús es un don o regalo de Dios por su gran misericordia.

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
(Efesios 2:8 RV60)

La fe es dada por Dios a sus escogidos al escuchar la predicación del evangelio de Jesucristo, al escuchar la Palabra de Dios.

Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
(Romanos 10:16-17 RV60)

Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
(Romanos 1:16 RV60)

No hay mayor regalo en el mundo que el perdón de Dios, su misericordia y ésta es la gracia de Dios. La gracia de Dios no es la abundancia de bienes ni nuestro bienestar sino el perdón de Dios y esto es más que suficiente.

Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
(2 Corintios 12:9 RV60)


La Palabra de Dios es mas que suficiente para salvarnos, es escuchando la Palabra de Dios que somos salvados y nada mas.

Es cierto que el hombre resiste la gracia de Dios, pues nadie busca de Dios, pues somos esclavos del pecado, cegados a la verdad.

¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.
(Hechos 7:51 RV1960)


Pero la gracia de Dios es irresistible. Esto lo podemos ver en el apóstol Pablo, que en aquel entonces se llamaba Saulo, el perseguía a los cristianos y consentió en la muerte de Esteban, esto a pesar de que había escuchado su predicación antes de ser apedreado hasta la muerte

Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles. Y hombres piadosos llevaron a enterrar a Esteban, e hicieron gran llanto sobre él. Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel.
(Hechos 8:1-3 RV60)

Podemos ver aquí que la conversión de Pablo no fue al momento de la predicación de la Palabra de Dios por medio de Esteban sino mas tarde, en el tiempo de Dios, de acuerdo a sus propósitos soberanos. Y este llamado fue irresistible.

Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.
(Hechos 9:3-6 RV60)

Así pues, vemos que el Señor lo había escogido desde antes de la creación del mundo y llamado en el tiempo de Dios y este llamado no pudo ser resistido.

Debemos ser perseverantes y fieles en la predicación de la Palabra de Dios, nosotros no sabemos quienes son los escogidos de Dios, solo Dios conoce el corazón del hombre. Nuestro trabajo es el predicar no el de convencer. El convencimiento viene por la obra del Espíritu Santo que va preparando el corazón del hombre para en el tiempo de Dios llamarlo.

No nos frustremos si no vemos conversiones en nuestras familias, amigos, compañeros y en las personas a quienes les predicamos la Palabra de Dios. Recordemos que la salvación es de Dios de principio a fin, el es el que tiene poder para salvar no nosotros y el lo hará en tiempo que el decida hacerlo. El Señor es fiel y siempre cumple sus promesas.

Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.
(Hechos 16:31 RV60)

viernes, 18 de julio de 2008

La Salvación y la Pre-Destinación

Nosostros no merecemos la salvación. La salvación no se puede ganar por nuestros esfuerzos ni por nuestros deseos. Dios ha escogido los que han de ser salvos por su soberana voluntad. También ha destinado a otros para condenación.

¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece. Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad? Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?
(Romanos 9:14-21 RV60)
Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?
(Daniel 4:35 RV1960)
Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
(2 Tesalonisenses 2:13-14 RV60)

Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.
(Judas 1:4 RV1960)

Vemos en estos pasajes la absoluta soberana voluntad de Dios para escoger a los que han de ser salvos, que han de ser llamados por medio del predicación de la Palabra de Dios, y destinar a los demás a la condenación.

pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos.
(Juan 10:26-30 RV60)
No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
(Juan 15:16 RV1960)
Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme. Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio;
(2 Pedro 2:2-4 RV60)

El perdón de Dios es un regalo de Dios que no merecemos, Dios no perdonó a los angeles que pecaron ni tiene que perdonarnos a nosotros, su justicia es absolutamente justa y debido a ésta no merecemos el perdón pero por su misericordia el nos perdona.

Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. Jehová marcha en la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies.
(Nahum 1:3 RV60)

Alabad a Jehová, porque él es bueno,

Porque para siempre es su misericordia.

(Salmos 136:1 RV60)


Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
(Romanos 9:16 RV1960)

Es en el contexto de todos estos pasajes que debemos entender los siguientes pasajes:

Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?
(Ezequiel 33:11 RV60)

Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
(Efesios 2:1-3 RV60)

El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
(2 Pedro 3:9 RV60)

Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
(Mateo 1:21 RV60)

Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra. No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos;
(Deuteronomio 7:6-7 RV60)

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
(Juan 3:16 RV60)

Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
(1 Juan 2:2 RV60)

Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.
(1 Juan 5:19 RV60)


Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.
(1 Juan 3:1 RV60)

Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo.
(1 Juan 4:14 RV60)


Todos estos pasajes hablan a los escogidos de Dios, su pueblo. Tanto como Ezequiel, Pablo, Pedro, Mateo, Moisés y Juan les estaban hablando al pueblo de Dios, el Israel de Dios, la Iglesia y no a los demás; pues la predicación es el llamado a los escogidos de Dios.


La soberanía de Dios está por encima de la autonomía del hombre siempre. Nuestra libertad no es completamente libre sino limitada a la soberanía de Dios.