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sábado, 7 de julio de 2012

Carta a los Hebreos

El Eterno, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los patriarcas por los profetas, en estos últimos días de la era presente nos ha hablado por el Heredero al trono, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo la era venidera; el cual, siendo el resplandor de su honra, y la imagen de su esencia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la expiación de nuestras transgreciones a las intrucciones del Eterno por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las Alturas, hecho tanto superior a los mensajeros celestiales, cuanto heredó más excelente autoridad que ellos.
Porque ¿a cuál de los mensajeros celestiales dijo el Eterno jamás:
Mi Hijo erés tú,
Yo te he engendrado hoy, (Salmo 2)
y otra vez:
Yo sere a él Padre,
Y él me sera a mi hijo? (1 Crónicas 28, 2 Samuel 7)
Y otra vez, cuando introduce al primogénito en la tierra, dice:
Reverénciele todos los mensajeros del Eterno (Deuteronomio 32)
Ciertamente de los mensajeros dice:
El que hace los vientos sus mensajeros,
Y a las llamas de fuego sus siervos (Salmo 104)
Más del Hijo (heredero) dice:
Tu trono, oh Rey, es eterno y para siempre;
Cetro de justicia es el cetro de tu reino.
Has amado la justicia y aborrecido la maldad;
Por lo cual te ungió el Eterno, el elojim (autoridad-deidad) tuyo,
Con aceite de alegría más que a tus compañeros. (Salmo 45)
Y:
Tú, oh YHWH, en el principio fundaste la tierra,
Y los cielos son obras de  tus manos.
Ellos perecerán, más tú permanecerás;
Y todos ellos como una vestidura se envejecerán,
Como un vestido los mudarás, y serán mudados.
Pero tú eres el mismo,
Y tus años no se acabarán. (Salmo 102)
Pues, ¿a cuál de los mensajeros celestiales dijo el Eterno jamás:
Siéntate a mi diestra,
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? (Salmo 101)
¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?
Por tanto,  es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído,  no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por medio de los mensajeros celestiales fue firme,  y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros,  si descuidamos una salvación tan grande?  La cual,  habiendo sido anunciada primeramente por el Señor,  nos fue confirmada por los que oyeron, testificando el Eterno juntamente con ellos,  con señales y maravillas y diversos milagros y repartimientos de espíritu consagrado según su voluntad. Porque no sujetó a los mensajeros celestiales el mundo venidero,  acerca del cual estamos hablando; pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo:

¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,
Y el hijo del hombre, para que lo visites?
Le has hecho poco menor que los mensajeros celestiales,
Y lo coronaste de honor y de honra.
Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos;
Todo lo pusiste debajo de sus pies.  (Salmo 8)

Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas. Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los mensajeros celestiales, a Yeshúa, coronado de honra y de honor, a causa del sufrimiento de la muerte, para que por la gratitud del Eterno experimentase la muerte a favor de todos. Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas y por medio del cual se mantienen en orden todas las cosas, que habiendo de llevar muchos hijos a la honra, perfeccionara por medio del sufrimiento al príncipe de su liberación. Porque tanto el que aparta en consagración para sí como los que son apartados para dicha consagración, de Uno son todos y por esto mismo, no se avergüenza de llamarlos hermanos diciendo:

"Proclamare tu nombre a mis hermanos en medio de la congregación te alabaré “ (Salmo 22)

Y otra vez:

Yo confiaré en él

Y de nuevo:

He aquí, yo y los hijos que el Eterno me dio. (Isaías 8)

Así que, por cuanto los hijos participaron de la mortalidad, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al adversario, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a esclavitud. Porque ciertamente no socorrió a los mensajeros celestiales, sino que socorrió a la descendencia de Abraham.   Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que al Eterno se refiere, para expiar los pecados del pueblo. Pues en cuanto él mismo sufrió siendo tentado, está capacitado para ayudar a los que son tentados.

Por tanto, hermanos consagrados, participantes del llamamiento celestial, considerad al emisario y sumo sacerdote de nuestro reconocimiento, Yeshúa el Ungido; quien es fiel al que lo constituyó como también lo fue Moshe en toda la Casa del Eterno. Porque ha sido considerado digno de más honor que Moshe, cuanto tiene mayor valor que la casa, el que la construyó. Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es el Eterno. Y Moshe, como siervo, en verdad fue fiel sobre toda su casa, para testimonio de las cosas que se habían de decir; pero el Ungido como Rey sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el jactarnos en la esperanza. Por lo cual, como dice el espíritu de consagración:

"Oh, si hoy hubieses puesto atención a Su palabra, no endureciendo vuestro corazón como en Meribá, donde vuestros padres me pusieron a prueba, aun cuando habían visto mis obras. Por cuarenta años fui provocado por esa generación y dije: Son un pueblo sin sentido y no conocen mis caminos. Por tanto, juré en mi furor.Que no entrarían en mi reposo." (Salmo 95)

Mirad hermanos, no sea que haya en alguno de vosotros un corazón perverso de incredulidad como para apartarse del elojim viviente. Mas bien, exhortaos los unos a los otros diariamente, mientras se continúa diciendo: "Hoy", para que no se endurezca alguno de entre vosotros por el engaño del yétzer hará (inclinación al mal- esto es el adversario). Porque somos hechos participantes del Ungido, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio, entre tanto que se dice:

"Si hoy hubieses puesto atención a Su palabra, no endureciendo vuestro corazón como en Meribá". (Salmo 95)

Porque ¿Quiénes después de oír se rebelaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moshe? ¿Y con quienes estuvo enojado cuarenta años? ¿No fue contra los que violaron el pacto cuyos cuerpos cayeron en el desierto? ¿Y a quienes juró que no entrarían en su reposo? ¿No fue a los que desobedecieron? ¿Y por que no pudieron entrar? ¡Por causa de la incredulidad! Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de confianza en los que la oyeron. Pero los que hemos confiado entramos en el reposo, de la manera que dijo:

Por tanto, juré en mi ira, No entrarán en mi reposo; (Salmo 95)

aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo. Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día:

Y reposó elojim de todas sus obras en el séptimo día. (Génesis 2)

Y otra vez aquí:

No entrarán en mi reposo. (Salmo 95)

Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia, otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo:
Si oyereis hoy su voz,
No endurezcáis vuestros corazones como en Meribá. (Salmo 95)
Porque si Yehoshúa les hubiera dado el reposo,  no hablaría después de otro día. Por tanto, queda un reposo para el pueblo del Eterno. Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como elojim de las suyas. Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia. Porque la Palabra del Eterno es viva y eficaz y más cortante que espada de dos filos y penetra hasta donde se divide el mundo del alma y el mundo del espíritu, el de las coyunturas y los tuétanos y es efectiva discerniendo los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay nada creado que pueda esconderse en su presencia; por el contrario, todas las cosas están desnudas y expuestas totalmente a los ojos de Aquél a quien tenemos que rendir cuentas. Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Yeshúa el Ungido del Eterno, retengamos nuestra convicción sobre él. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin transgredir la Intrucción del Eterno. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gratitud, para alcanzar misericordia y hallar gratitud para el oportuno socorro.
Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere, para que presente ofrendas y sacrificios por las transgreciones a la Instruccion divina; y por cuanto él mismo está rodeado de debilidad, puede ser paciente con los ignorantes y extraviados; y es debido a esto, que debe ofrecer sacrificios por sí mismo, tanto como por los del pueblo.  Y ninguno toma para sí tal honor, sino el que es llamado por el Eterno, como Aarón. Así tampoco el Ungido se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo:
Mi hijo eres tú,
Yo te he engendrado hoy. (Salmo 2)
Como también dice en otro lugar:
Tú eres sacerdote para siempre,
Según el orden de MalkiTzédek. (Salmo 110)
Y fue el Ungido quien en los días de su vida mortal ofreció oraciones y plegarias, con fuerte clamor y lágrimas al que podía librarlo de la muerte, y fue oído a causa del temor reverente que tenía hacia el Eterno. Y aunque era el Escogido, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; y fue declarado por el Eterno sumo sacerdote según el orden de MalkiTzédek, acerca de lo cual tenemos mucho que decir y dificil de explicar, porque os habéis hechos tardos para recibir la palabra. Porque ya habéis tenido suficiente tiempo para estudiar estas cosas y estar ya aptos para ser maestros, pero aun tenéis necesidad de que alguien os enseñe otra vez las cosas básicas de la Instrución divina, precisando todavía de leche y no de alimento sólido. Porque todo el que participa de la leche, no tiene la suficiente capacidad para enseñar la palabra de justicia, porque es niño;  mas el alimento sólido es para el creyente maduro, observante de los mandamientos por cuya disciplina ejercita los sentidos para discernir dónde está el bien y dónde el mal.
Por tanto, dejando ya las enseñanzas básicas del Ungido, dejémonos llevar hacia la perfección; no echando de nuevo el fundamento de la enseñanza de la importancia de hacer teshuvah de obras muertas y de la necesidad de confiar obedientemente en el Eterno, de la enseñanza acerca de la vigencia de las purificaciones y la imposición de manos, la resurrección de los muertos y del juicio eterno. Y esto haremos, si YHWH lo permite. Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y probaron el don celestial, llegando a ser partícipes de la Presencia Divina, y probaron la riqueza de la Instrucción del Eterno y las autoridades que serán impuestas en el mundo por venir  y recayeron, sean otra vez renovados para hacer teshuvah, porque en tal caso, tendrían que colgar del madero otra vez, y para sí mismos, al Escogido del Eterno exponiéndolo otra vez a la vergüenza pública. Porque la tierra que bebió la lluvia que muchas veces vino sobre ella y produce cosecha buena para aquellos que la cultivan, recibe bendición del Eterno.  Pero la que produce espinos y abrojos, es desechada y está al borde de ser maldecida en cuyo caso su fin será quemarla. Pero en cuanto a vosotros, oh amados, aunque hablamos así, estamos persuadidos de cosas mejores relacionadas con la salvación. Porque el Eterno no es injusto para olvidar vuestra obra y del amor que habéis mostrado hacia Su Nombre, habiendo servido y sirviendo aun a los consagrados para él.  Pero anhelamos que cada uno de vosotros muestre ese mismo espíritu hasta el fin, para plena seguridad de la esperanza; que no seáis perezosos, sino imitadores de los que, mediante la confianza y la paciencia, reciben las promesas. Porque cuando YHWH hizo la promesa a Avraham, puesto que no tenía a nadie mayor por el cual jurar, juró por Sí mismo, diciendo:
De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente. (Génesis 22)
Y de esta manera, habiendo esperado pacientemente, alcanzó la promesa. Porque los hombres juran siempre por uno mayor, y para ellos, la conclusión de todo argumento legal, es el juramento, para confirmación. Por lo cual, queriendo el Eterno mostrar plenamente a los herederos de la promesa lo inmutable de Sus propósitos, interpuso juramento; para que por dos cosas inmutables en las cuales es imposible que el Eterno mienta, tengamos la mejor motivación para continuar confiando, los que hemos huido de la corrupción en busca de seguridad, para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros, la cual tenemos como un ancla del alma, inconmovible y segura, y que se afirma en la parte posterior del velo, donde Yeshua entró por nosotros como precursor, hecho Cohen Hagadol para siempre, según la orden de Malki-Tzédek.
Porque este Malki-Tzédek, rey de Salem, sacerdote del elojim Altísimo, quien salió al encuentro de Avraham cuando regresaba de haber derrotado a los reyes, y lo bendijo, a quien también Avraham entregó los diezmos de todas las cosas, cuyo nombre significa primeramente "rey de justicia", y luego "rey de Salem", es decir, "rey de paz"; sin padre, sin madre, sin genealogía; que no tiene principio de días ni fin de vida, sino hecho semejante al Siervo de Elohim, permanece sacerdote perpetuamente. Mirad, pues, cuán grande fue éste para que Avraham avinu le entregase los diezmos del botín. Y ciertamente de los hijos de Leví que poseen el sacerdocio según la Torah (Instrucción divina), se establece que tienen el mandamiento de exigir al pueblo, los diezmos, aun cuando sus hermanos también hayan descendido de los lomos de Avraham. Pero el que no descendía de ellos, recibió los diezmos de Avraham y bendijo al que tenía las promesas. Y sin discusión alguna, el mayor es quien bendice al menor. Y aquí ciertamente, hombres mortales reciben los diezmos; mas allá, uno de quien se testifica que vive. Y por decirlo así, cuando Avraham entregó los diezmos, en él estaba diezmando también Leví, quien recibe los diezmos; porque aun estaba en los lomos de su padre cuando Malki-Tzédek salió a su encuentro. Por tanto, si en verdad la perfección fuese por medio del sacerdocio levítico (porque bajo él ha recibido el pueblo la Torah), ¿qué necesidad había de que se levantara otro Sacerdote según el orden de Malki-Tzédek y que no fuera llamado según el orden de Aarón? Pero cambiado el sacerdocio, necesariamente ocurre también un cambio de ley sacerdotal. Porque aquel acerca del cual se dicen estas cosas, es de otra tribu, de la cual nadie sirvió al altar. Porque fuera de toda controversia, nuestro Adón nació de Yehudáh, tribu sobre la cual nada ordenó Moshé acerca de cohanim. Y es aun más evidente, si a semejanza de Malki-Tzédek se levanta otro Cohen, no constituido conforme a la ley del mandamiento acerca de la descendencia, sino según el poder de una vida indestructible. Pues se da testimonio de él:
"Tú eres Cohen para siempre, a la manera de Malki-Tzédek" (Salmo 110)
porque ciertamente hay aquí una alusión acerca de la revocación que vendrá de un mandamiento previo a causa de su debilidad e ineficacia, pues nada perfeccionó la ley sacerdotal, sino que fue dada como anticipo de una mejor esperanza, por medio de la cual nos acercamos al Eterno. Y por cuanto esta anticipación no fue dada sin juramento, mientras en verdad, los sacerdotes son sacerdotes que han llegado a serlo sin la intervención de un juramento, de quien se habló en dicha alusión, es decir, del Mashiaj (Ungido), fue establecido Cohen con juramento, por medio del que le dice:
"Juró YHWH y no se arrepentirá, tú eres Cohen para siempre" (Salmo 110)
Por la superioridad de esto, Yeshua ha venido a ser el garante de una mejor alianza. Pues los otros cohanim llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte, no podían continuar. Pero éste, a causa de que permanece para siempre, tiene un sacerdocio` permanente e intransferible. por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan al Eterno, viviendo siempre para interceder por ellos. Y es evidente que tal Cohen Hagadol nos convenía: consagrado, inocente, puro, separado de los transgresores de la Torah y exaltado por encima de los cielos; que no tiene necesidad cada día, como los actuales sacerdotes, de ofrecer primero sacrificio por sus propias transgreciones a la Torah y luego por los del pueblo; porque esto hizo una vez por todas, ofreciéndose a sí mismo. Porque la ley sacerdotal constituye sumos sacerdotes a hombres rodeados de debilidad; mas la palabra del juramento, dada después de la promulgación de la ley, al Mashiaj, quien ha sido perfeccionado para siempre.
Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es esto: tenemos un Cohen Hagadol que fue sentado a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, ministro de las cosas sagradas y del auténtico Tabernáculo que construyó el Eterno, y no un hombre. Porque todo cohen hagadol es constituido para presentar tanto ofrendas como sacrificios; por lo cual es necesario que el Mashiaj también tenga algo que ofrecer. Así que, si estuviera en la tierra, ni siquiera podría oficiar como sacerdote, habiendo quienes presentan las ofrendas según la Torah; los cuales sirven a un reflejo y proyección de las cosas celestiales, como le fue advertido a Moshé cuando estaba para terminar el Tabernáculo:
Mira y hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte. (Exodo 25)
Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, por cuanto también es mediador de una mejor alianza, establecida sobre mejores promesas. Porque si aquella primera hubiera sido sin defecto, jamás se habría procurado lugar para la segunda, Porque reprochándolos dice:
Miren, viene un tiempo –declara Yahweh– cuando haré una nueva alianza con la Casa de Yisrael y con la Casa de Yahudah. No será como la alianza que hice con sus padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Mitsráyim, una alianza que ellos violaron, de modo que yo los rechacé –declara Yahweh. Pero ésta será la alianza que haré con la Casa de Yisrael después de aquellos días –declara Yahweh: Pondré mi Torah en su interior y la escribiré en su corazón. Entonces yo seré su Elohim, y ellos serán mi pueblo. Ya no necesitarán enseñarse unos a otros y decirse unos a otros: “Hazle caso a Yahweh”; porque todos ellos me harán caso, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande – declara Yahweh. Porque yo perdonaré su iniquidad y no me acordaré más de su pecado. (Jeremías 31)
Al decir, "nuevo", ha declarado anticuado el primero; y lo que es anticuado, envejece y está cerca de su remoción. Ahora bien, el primero tenía un santuario terrenal y sus reglamentos de servicio. Porque el Tabernáculo fue ordenado así: la primera parte, en la que estaba la menorah, la mesa y los panes de la presencia. Tras la segunda cortina sagrada estaba la parte del Tabernáculo llamada Lugar Santísimo, Al cual estaban asignados un incensario de oro y el arca del pacto, cubierta de oro por todas partes en la que había una urna de oro que contenía las tablas del pacto, maná y la vara de Aarón que reverdeció, y sobre ella, los querubines de honra que cubrían el kaporet, de las cuales cosas no es posible hablar ahora en detalle. Dispuesta así estas cosas, en la primera sección, los cohanim entran continuamente para cumplir los ritos, pero en la segunda, solo el Cohen Hagadol, una vez al año, y no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por las transgreciones a la Torah (pecados) de ignorancia del pueblo,  lo cual es una alusión por la que la Rúaj HaKodesh indica que aún no estaba abierto el camino al Lugar Santísimo mientras estuviera en pie el primer Tabernáculo. Esto es una alusión profética al tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden perfeccionar, con respecto a la conciencia, al que ofrece este oficio, que consiste solo de viandas y bebidas y diversas abluciones, normas para el cuerpo,  impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas. Mas habiendo aparecido el Mashiaj, Cohen Hagadol de los bienes venideros, por medio de un Miskán superior y perfecto, no hecho de manos, es decir, que no es de esta creación, y no por la intervención de sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por medio de su propia sangre, entró una vez por todas en el Lugar Santísimo, asegurando así eterna redención. Porque si la sangre de machos cabríos y de toros y la ceniza de la becerra roja, rociada sobre los inmundos, santifica para la purificación ritual de la carne,  ¡cuánto más la sangre del Mashiaj quien mediante el auxilio de la Shejinah se ofreció a sí mismo sin mancha al Eterno, limpiará vuestras conciencias de las obras muertas para servir al Elojim viviente! Por tanto, es mediador de una mejor alianza, para que habiendo interpuesto una muerte para la remisión de las transgresiones anticipadas en el primer pacto, los que han sido llamados recibieran la promesa de la herencia eterna. Porque donde hay pacto, es necesario que intervenga la muerte de la víctima pactada. Porque un pacto es firme si están presentes las víctimas muertas que sirvieron de símbolo del pacto, pues no tendría valor mientras lo pactado viva. De esto se deduce que ni siquiera el pacto inicial, fue instituido sin sangre. Pues una vez que Moshé proclamó todos los mandamientos de la Torah al pueblo, tomando sangre de los becerros, con agua, lana escarlata e hisopo, roció el rollo y a todo el pueblo, diciendo:
“Esta es la sangre de la alianza que hace ahora Yahweh con ustedes, tocante a todos estos mandatos”. (Exodo 24)
Así que roció con sangre tanto el Tabernáculo como todos los utensilios sagrados del oficio divino.  Y según la ley divina, prácticamente todo es purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay remisión. Era pues necesario que las representaciones de las cosas celestiales fueran purificadas con estos ritos, pero las mismas cosas celestiales con sacrificios superiores a éstos. Porque no entró el Mashiaj en un santuario hecho por manos, sino en el mismo cielo, para presentarse ahora a nuestro favor, en la presencia del Eterno. Y no para ofrecerse repetidamente a sí mismo, tal como el cohen hagadol debía hacer en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena, de otra manera, hubiera sido necesario que padeciera continuamente desde la creación del mundo; mas ahora, ha sido revelado una vez por todas en la consumación de los siglos, para quitar el yétzer hará del medio por la inmolación de sí mismo. Y como está establecido a los hombres que mueran una sola vez y después de esto el juicio, así también Mashiaj fue ofrecido una vez por todas para llevar el peso de las transgreciones a la Torah de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin tener relación alguna con las transgreciones, a favor de los que le esperen para redención final.
Porque la ley levítica no es la sustancia misma de las cosas celestiales, sino el recipiente que contiene la sombra de los bienes venideros que han sido prometidos para venir, por lo que nunca puede perfeccionar a los que se acercan por esos mismos sacrificios que se ofrecen continuamente año tras año. Si así no fuese, los que se acercan a YHWH por medio de ella, una vez purificados, ya no tendrían más conciencia de los pecados y en tal caso, ¿no habríah cesado de ser ofrecidos? Pero en ellos se hace memoria de las transgreciones a la Torah, cada año; Porque es imposible que la sangre de los toros y machos cabríos pueda quitar el yétzer hará. Por lo cual, interviniendo en esta edad presente dice:
Tú me has hecho comprender que no quieres sacrificio ni ofrendas, no quieres holocausto ni ofrenda por el pecado. por eso dije: “Mira, traeré un rollo que relata lo que me sucedió. Hacer tu voluntad, Elohim mío, es mi deseo; tu Torah está en mis entrañas.  (Salmo 40)
Diciendo antes: "Sacrificio y ofrenda no quisiste, ni me pediste holocaustos u ofrendas expiatorias por el pecado", las cuales cosas son ofrecidas por medio de la ley levítica, Y diciendo después: "Hacer Tu voluntad es mi deseo", quita lo primero para establecer lo segundo. En esa voluntad somos consagrados por la ofrenda del cuerpo de Yeshua HaMashiaj (el Ungido), ofrecida una vez por todas. Y ciertamente todo cohen está de pie, día tras día, sirviendo y ofreciendo repetidamente los mismos sacrificios que nunca pueden quitar completamente las transgreciones a la Torah.  Pero éste, habiendo ofrecido un solo sacrificio para siempre por las transgreciones a la Torah, fue sentado a la diestra del Eterno,  de ahí en adelante espera pacientemente hasta que YHWH ponga a los que se le oponen, por estrado de sus pies. Porque con una ofrenda purificó para siempre a los escogidos.  Y nos testifica también la Rúaj HaKodesh, porque luego de haber dicho:
Pero ésta será la alianza que haré con la Casa de Yisrael después de aquellos días –declara Yahweh: Pondré mi Torah en su interior y la escribiré en su corazón.
añade:
porque yo perdonaré su iniquidad y no me acordaré más de su pecado. (Jeremías 31
Ahora bien, donde hay remisión de esas cosas, no hay necesidad de más ofrenda por pecado voluntario" Así que hermanos, teniendo plena confianza para la entrada en el Lugar Santísimo por el alma de Yeshua, cuya vida nos abrió un camino nuevo y vivo a través de la cortina sagrada, esto es, su cuerpo, y teniendo un gran Cohen Hagadol sobre la casa del Eterno, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de confianza, purificados los corazones de mala conciencia y lavados los cuerpos con agua pura. Mantengamos sin titubear la confesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que lo prometió. Y considerémonos los unos a los otros para estimularnos al amor y las buenas obras, no dejando de asistir a las reuniones de la comunidad, como algunos han tomado ya por costumbre, sino exhortándonos unos con otros y tanto más cuanto veis que aquél día se acerca. Porque si continuamos transgrediendo la Torah intencionalmente, después de recibir el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por las transgreciones a ella,  sino una horrenda expectación de juicio y ardor de fuego que habrá de consumir a los que se oponen. El que viola la Torah de Moshé, en los mandamientos penados por muerrte, por el testimonio de dos o tres testigos, muere sin poder hacerle remisión. ¿Cuánto peor castigo pensáis que merecerá el que pisoteó al Mashiaj y consideró inmunda la sangre del pacto, en la cual fue consagrado, y ultrajó al espíritu de gratitud? Pues conocemos al que dijo:
"Mía es la venganza, yo pagaré"
Y otra vez:
”YHWH juzgará a Su pueblo". (Deuteronomio 32)
¡Terrible cosa es caer en manos del Elojim viviente! Pero recordad los días pasados, en los cuales, habido sido iluminados, soportasteis una gran batalla de padecimientos. Por una parte, ciertamente, siendo expuestos a vergüenza pública, con reproches y también aflicciones; y por la otra, solidarizándoos con los que sufrían también así. Porque compartisteis los sufrimientos de los que fueron apresados y aceptasteis con gozo el despojo de vuestras posesiones, plenamente convencidos que tenéis una posesión mejor y perdurable. No perdáis pues vuestra confianza, la cual tiene grande recompensa. Porque tenéis necesidad de paciencia. para que, habiendo hecho la voluntad del Eterno, obtengáis lo que ha sido prometido:
Porque todavía hay una profecía para un término fijo, un testimonio veraz para un tiempo que vendrá. Aunque se tarde, espérala; porque seguramente vendrá, sin dilación: Mira, su espíritu dentro de él están inflado, no es recto, pero el justo es recompensado con vida por su fidelidad. (Habacuc 2)
por lo que si claudica, YHWH no encontrará delicia en él. Pero nosotros no pertenecemos a los que claudican, para destrucción, sino de los que se mantienen fieles, para preservación de la vida. Es pues, la fidelidad, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella llegaron a ser justificados los antiguos. Por fidelidad es que entendemos que la formación de la era  presente fue hecha por la palabra del Eterno, de modo que lo que ahora se ve, fue creado de lo que no se había revelado. Por la fidelifad Hevel presentó al Eterno una ofrenda superior a la de Caín, por la cual recibió el testimonio de haber sido justificado, dando el Eterno  aprobación de sus ofrendas y muerto, aún habla por ella. Por la fidelidad Enoj fue trasladado para que no viera muerte, y no fue hallado, porque lo trasladó Elojim. Porque antes de su traslado recibió testimonio de haber sido justificado por el Eterno. Pero sin fidelidad es imposible agradar; porque es necesario que el que se acerca al Eterno, crea que existe y que es premiador de los que le buscan. Por fidelidad Noaj, habiendo sido advertido acerca de cosas que aún no se veían, obedeciendo con temor reverente construyó un arca para salvación de su casa; mediante esa fidelidad, mostró la culpabilidad de su generación y fue heredero de la justicia que es dada cuando la fidelidad está presente.  Por fidelidad Avraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que recibiría como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por fidelidad habitó en tierra de la promesa como en tierra ajena, viviendo en tiendas de campaña con Yitzjak y Yaakov, coherederos de la misma promesa. Porque esperaba la ciudad que tiene los fundamentos eternos, cuyo arquitecto y constructor es el Eterno. Por fidelidad, a pesar de la esterilidad de Sarah, recibió fuerzas sobrenaturales para engendrar simiente aun fuera del tiempo de la edad para engendrar, porque estaba convencido de la fidelidad del que le había dado la promesa. Y por esta causa, de uno, y éste casi muerto, nacieron como las estrellas del cielo en multitud y como la arena incontable junto a la orilla del mar. Y parados en fidelidad murieron todos éstos, no habiendo recibido las promesas, sino mirándolas de lejos y creyéndolas y saludándolas y confesando que eran extranjeros y peregrinos en la tierra. Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. pero anhelan una mejor, esto es, celestial. Por lo cual, el Eterno no se avergüenza de llamarse a sí mismo, Elojim de ellos y por tanto, les preparó una ciudad. Por fidelidad Avraham, habiendo sido probado, ofreció a Yitzjak; y el que recibió las promesas ofrecía al unigénito respecto a quien le había sido dicho:
"En Yitzjak te será llamada descendencia" (Génesis 21)
plenamente convencido en su mente que el Eterno es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también lo volvió a recibir. Por fidelidad también Yitzjak bendijo a Yaakov y a Esav con respecto a cosas que estaban por suceder. Por fidelidad, Yaakov, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de Yosef, y adoró apoyado sobre el extremo de su vara. Por fidelidad Yosef, al morir, se acordó de la promesa del éxodo de los hijos de Israel y ordenó las instrucciones acerca de sus huesos. Por fidelidad Moshé, después de venir al mundo, fue escondido tres meses por sus padres, porque vieron que el niño era profeta, y no temieron el decreto del rey. Por fidelidad, Moshé, habiendo llegado a ser figura importante, rehusó ser llamado hijo de la hija del faraón;  escogiendo más bien, sufrir con el pueblo del Eterno, que disfrutar del placer temporal del pecado; considerando mayor riqueza el vituperio del Mashiaj que los tesoros de Mitzraim, porque tenía puesta la mirada en la promesa. Por fidelidad dejó Mitzraim, sin miedo a la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible. Por fidelidad consagró Pésaj y la señal de la sangre, para que el que destruía a los primogénitos no les hiciera daño. Por fidelidad cruzaron el Mar de Suf como por tierra seca, e intentándolo los egipcios, fueron ahogados. Por fidelidad cayeron los muros de Jericó después de ser rodeados por siete días. Por fidelidad Rahav, la ramera, no pereció junto con los que no creyeron, habiendo recibido a los espías en paz. ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría para relatar de Ghideon, de Baraj, de Shimshom, de Jefté, de David, de S'muel y de los profetas;  quienes por fidelidad conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, cerraron boca de leones, extinguieron grandes fuegos, escaparon al filo de espada, recibieron poder en debilidad, se hicieron poderosos en batalla, pusieron en fuga a los ejércitos gentiles. Mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; pero otros fueron torturados, no aceptando el rescate, con la mira de obtener mejor galardón en la resurrección, final.  Y otros soportaron dignamente ser avergonzados en público y azotes y cadenas e incluso, encarcelamiento. Fueron apedreados y aserrados y decapitados con espada; anduvieron de acá para allá envueltos en camuflaje de pieles de cabras, en gran necesidad, afligidos, maltratados; de los cuales esta edad presente no era digna; vagando por los desiertos y montes y cuevas y cavernas de la tierra. Y todos estos, habiendo sido declarados justos por medio de la fidelidad, no recibieron la promesa; habiendo provisto el Eterno algo mejor para nosotros, para que no fueran purificados completamente de sus transgreciones, sin nosotros.
Por todo esto, nosotros también, teniendo alrededor nuestra tan grande nube de testigos, desprendiéndonos de todo peso y de la transgreción que nos persigue, corramos con paciencia la carrera que nos ha sido puesta delante fijando nuestros ojos en Yeshua, autor y máximo exponente de la fidelidad, el cual, por el gozo puesto delante de sí, soportó el dolor del madero, menospreciando la vergüenza pública a la que fue expuesto y ha sido sentado a la diestra del trono del Eterno. Considerad con detenimiento al que ha soportado tanto falso testimonio levantado en contra suya por violadores de la Torah, para que vuestro ánimo no se desvanezca, abandonando la carrera. Pues todavía no habéis llegado al extremo del martirio, combatiendo contra la corrupción de la transgrección; pues pareciera que ya habéis olvidado la exhortación que como a hijos os habla, diciendo:
No rechaces la disciplina de Yahweh, hijo mío; no detestes su reprensión. Porque al que Yahweh ama lo reprende, como el padre al hijo a quien favorece. (Proverbios 3)
Es para disciplina que debéis manteneros firme, el Eterno os está tratando como a hijos; porque, ¿qué hijo es aquel a quien su padre no disciplina? Pero si estáis sin disciplina, de la cual todos los testigos fueron hechos participes, entonces sois bastardos y no hijos. Además, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos corregían, y los honrábamos. ¿No es preferible entonces sujetarnos al Padre de los espíritus y viviremos? Porque ellos, ciertamente, para pocos días nos disciplinaban, según pensaban que era mejor, mas Él plenamente convencido de lo que nos convenía, a fin de que participemos de Su kedushah. Es cierto, ninguna disciplina al momento de ser impuesta parece razón para estar gozosos, sino tristes; pero luego da fruto apacible de justicia a los que por medio de ella han sido educados. Por tanto, fortaleced las manos debilitadas y las rodillas paralizadas;  y estableced senderos derechos para vuestros pies; para que lo que está ahora cojo no termine dislocándose del todo, sino mas bien, que se sane. Buscad siempre la kedushah sin la cual nadie verá a Yeshua y procurad tener shalom con todos; estando siempre alertas, evitando que alguien se prive de la gratitud de Elojim, no sea que alguna raíz de resentimiento brotando hacia arriba, haga daño y por su influencia muchos sean contaminados; que ninguno permita forma alguna de inmoralidad sexual ni mundanalidad, como Esav, que por una comida vendió su primogenitura. Porque sabéis que después, deseando heredar la bendición, fue rechazado, pues no pudo ya hacer teshuvah, aunque la buscó diligentemente con lágrimas. Porque no os habéis acercado a lo que se podía palpar y que ardía en fuego, ni a la oscuridad ni a las tinieblas ni al torbellino, ni al sonido del shofar, ni a la voz que hablaba, la cual, los que la oyeron, rogaron que no se les hablase más; porque no podían resistir más lo que se ordenaba: Aun bestia que toque él monte, será apedreada. Y tan terrible era lo que se veía que Moshé dijo: "Estoy aterrado y temblando". Sino que os habéis acercado al monte de Tzión y a la ciudad del Elojim viviente, Yerushaláyim la celestial y a las miríadas de malajim, a la asamblea de los primogénitos registrados en los cielos y a YHWH, Juez de todos y a los espíritus de los tzadikim que han sido justificados, y a Yeshua, el mediador del pacto nuevo y a la sangre del rociamiento que tiene mejor testimonio que la de Hevel. Mirad que no desechéis al que habla, porque si no escaparon aquellos que rechazaron al que los advertía desde la tierra, mucho menos nosotros, si rechazamos al que habla desde los cielos; cuya voz sacudió la tierra en ese tiempo; mas ahora ha prometido, diciendo:
Porque así dijo Yahweh de los ejércitos: Dentro de poco estremeceré el cielo y la tierra, el mar y la tierra seca; (Hageo 2)
Y al decir "dentro de poco", indica la remoción de las cosas movibles para que permanezcan las inconmovibles. Por lo cual, recibiendo un reino inconmovible, mostremos nuestra gratitud sirviendo al Eterno de una manera aceptable, con reverencia y temor. Porque nuestro Elojim es también fuego que consume.
Permanezca el amor fraternal. No olvidéis de la hospitalidad, porque haciendo esto, muchos, sin saberlo, hospedaron mensajeros celestiales.  Acordaos de los presos, como si estuviereis presos juntamente con ellos. Y de los torturados, como estando también vosotros expuestos a lo mismo en vuestro cuerpo. Honroso sea a todos el matrimonio y el lecho conyugal sin mancilla, porque a los fornicarlos y adúlteros juzgará Elojim. Que vuestro estilo de vida no esté dominado por la avaricia del dinero; estad satisfechos con las cosas que tenéis porque Él ha dicho:
Nadie podrá hacerte resistencia mientras vivas. Como estuve con Mosheh, así estaré contigo; no te fallaré ni te abandonaré. (Josué 1)
Es por esto que podemos decir en plena confianza:
Yahweh está de mi parte, no tengo temor; ¿qué puede hacerme el hombre? (Salmo 118)
Acordaos de vuestros pastores, quienes os hablaron la Torah del Eterno; considerad cuál haya sido el resultado de su manera de vivir e imitad su fidelidad.
Yeshua HaMashiaj es cl mismo ayer y hoy y por los siglos.
No permitáis que os lleven de un lado a otro por enseñanzas contradictorias y extrañas; porque mejor es que el corazón sea fortalecido con la gratitud, no con imposiciones alimenticias legalistas, de lo cual no sacaron ningún provecho los que se aferraban a ellas. Tenemos un altar del cual no tienen derecho a comer los cohanim que sirven al santuario. Porque los cuerpos de los animales, cuya sangre es llevada por el cohen hagadol al Lugar Santísimo como ofrenda por las transgreciones a la Torah, son quemados fuera del campamento.  Por lo cual también Yeshua, para consagrar al pueblo de Israel con su propia sangre, padeció fuera de la puerta. Salgamos pues a él, fuera del campamento, identificándonos con su oprobio. Porque no tenemos en esta edad presente, una ciudad que permanece, sino que buscamos la que está por venir.  Ofrezcamos siempre por medio de él, sacrificio de alabanza al Eterno, es decir, fruto de labios que confiesan Su Nombre. Y de hacer maasin tovim y de la ayuda mutua, no os olvidéis, porque de tales sacrificios se agrada el Eterno. Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que cumplan su avodah con gozo y no quejándose; porque de ser así su servicio no os será de provecho alguno. Levantad tefiláh por nosotros, pues estamos confiados en que tenemos buena conciencia, deseando conducirnos justamente en todo. Y aún más os ruego que hagáis esto para que más pronto os sea devuelto. Y el Elojim de la paz que levantó de los muertos a nuestro Adón, Yeshua, el gran pastor de las ovejas, mediante la sangre del pacto eterno, os perfeccione en todo lo bueno para que hagáis Su voluntad, así como a nosotros, haciendo, por medio de Yeshua HaMashiaj, lo que es agradable delante de Él, a quien sea la honra por los siglos de los siglos. Amén.
Y os suplico, hermanos, soportad esta palabra de exhortación; porque os he escrito brevemente. Sabed que nuestro hermano Timoteo ha sido liberado, con el cual, si viene pronto, os visitaré. Saludad a todos vuestros pastores y a todos los kadoshim. Los de Italia os saludan.
Shalom con todos vosotros. Amén.

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