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domingo, 7 de octubre de 2012

Las Ovejas Perdidas y tu identidad



Aún hoy día se siguen creando divisiones entre los seguidores del Ungido de Israel; vemos divisiones como las siguientes: la Iglesia e Israel, la iglesia y la sinagoga, cristianos y judíos, gentiles y judíos. Sin embargo las Escrituras dicen que solo hay un pueblo: ISRAEL.

Las Ovejas Perdidas

El Señor dice: “En aquel tiempo, la gente de Israel y de Judá[f] vendrá llorando a buscarme a mí, el Señor su Dios.[g] Preguntarán por el camino de Sión,[h] y hacia allá irán, diciendo: ‘Vayamos al Señor, y unámonos con él en un pacto eterno,[i] que no se olvide nunca.’ “Mi pueblo era como ovejas perdidas, mal guiadas por sus pastores, que las dejaron perderse en los montes. Iban de uno a otro monte, y hasta olvidaron su redil.
(Jeremías 50:4-6 DHHe (D))

f 50.4 La gente de Israel y de Judá: Como en el “Libro de la consolación” (véase Jer_30:1-9 n.), la promesa de liberación está dirigida a los habitantes de los dos antiguos reinos, el del norte y el del sur (véase 1Re_12:1-24 n.). Cf. Jer_30:3-4; Jer_31:31.

Vemos en este texto y en el comentario de la traducción DHHe claramente que las Ovejas Perdidas son las doce tribus de Israel que más tarde fueron divididas en dos reinos, el del norte (Reino de Israel) y el del sur (Reino de Judá). Por causa del mal liderazgo de sus reyes el pueblo fue disperso entre las naciones como castigo por su infidelidad al Señor y como propósito de su plan de redención dada como promesa a Abraham ( padre de multitudes de naciones bendecidas).

Luego de mezclar a su pueblo elegido entre las demás naciones él promete traerlas de nuevo a la tierra prometida a Abraham como hace un pastor con sus ovejas extraviadas al traerlas de nuevo a su redil.

Yo mismo seré el pastor de mis ovejas; yo mismo las llevaré a descansar.[d] Yo, el Señor, lo afirmo. Buscaré a las ovejas perdidas,[e] traeré a las extraviadas, vendaré a las que tengan alguna pata rota, ayudaré a las débiles y cuidaré[f] a las gordas y fuertes. Yo las cuidaré como es debido.[g]
(Ezequiel 34:15-16 DHHe (D))

f 34.16 Cuidaré: según versiones antiguas. Heb. destruiré.



El Buen Pastor

Haré que vuelva mi siervo David y lo pondré como único pastor, y él las cuidará. Él será su pastor.[i]
(Ezequiel 34:23 DHHe (D))

"Mi siervo David" es una referencia  a la promesa que le hizo el Señor al Rey David de que un descendiente suyo gobernaría sobre su trono por siempre. Este descendiente es Jesús.

Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo: y Dios el Señor lo hará rey, como a su antepasado David, y reinará por siempre en la nación de Israel. Su reinado no tendrá fin.[s]
(Lucas 1:32-33 DHHe (D))

s 1.32-33 La explicación del ángel alude a 2Sa_7:9, 2Sa_7:12-14, 16; Isa_9:7; Miq_4:6-7.



La función del buen pastor es buscar a sus ovejas perdidas osea a su pueblo Israel disperso entre las naciones.

Jesús pasó de allí a la región de Tiro y Sidón. Una mujer cananea[k] que vivía en aquella tierra, se le acercó dando voces:
–¡Señor, Hijo de David,[l] ten compasión de mí! ¡Mi hija tiene un demonio! Jesús no contestó ni una palabra. Entonces los discípulos se acercaron a él y le rogaron:
–Dile a esa mujer que se marche,[m] porque viene dando voces detrás de nosotros. Jesús les dijo:
–Dios me ha enviado únicamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.[n]
(Mateo 15:21-24 DHHe (D))

k 15.22 Cananea: originaria de aquella parte de Canaán, o sea, de la provincia romana de Siria (Mar_7:26 dice “de Sirofenicia”); Mateo emplea el nombre que en el AT se daba a Palestina y a sus habitantes paganos.

l 15.22 Hijo de David: título mesiánico; véase Mat_1:1 n.

m 15.23 Dile... que se marche: otra posible traducción: Atiende a esa mujer.

Jesús envió a estos doce con las siguientes instrucciones:[h]
–No os dirijáis a las regiones de los paganos ni entréis en los pueblos de Samaria;[i] id más bien a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.[j]
(Mateo 10:5-6 DHHe (D))

i 10.5 Los samaritanos o habitantes de Samaria (véanse Índice temático y Jua_4:9 n.), se habían mezclado con otros pueblos; los judíos los consideraban como extranjeros y no tenían trato con ellos.

(14-15) “Yo soy el buen pastor. Como mi Padre me conoce y yo conozco a mi Padre,[e] así conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí. Yo doy mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas que no son de este redil,[f] y también a ellas debo traer. Ellas me obedecerán, y habrá un solo rebaño y un solo pastor.
(Juan 10:14-16 DHHe (D))

f 10.16 Jua_11:52; Jua_17:20; Efe_2:11-22; 1Pe_2:25.


Pero Caifás no habló así por su propia cuenta, sino que, como era sumo sacerdote aquel año, dijo proféticamente que Jesús había de morir por la nación judía, y no solo por esta nación, sino también para reunir a todos los hijos de Dios que se hallaban dispersos.[q]
(Juan 11:51-52 DHHe (D))

Y yo mismo traeré el resto de mis ovejas de los países a donde las hice huir; las reuniré y las haré volver a sus pastos, para que tengan muchas crías.
(Jeremías 23:3 DHHe (D))

Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz,[c] para que nosotros muramos al pecado y vivamos una vida de rectitud.[d] Cristo fue herido para que vosotros fuerais sanados.[e] Antes andabais como ovejas extraviadas,[f] pero ahora habéis vuelto a Cristo, que os cuida como un pastor y vela por vosotros.[g]
(1 Pedro 2:24-25 DHHe (D))

c 2.24 La cruz: lit. el madero o el árbol; véase Hch_5:30 n.

Todos nosotros nos perdimos como ovejas[f]
siguiendo cada cual su propio camino,
pero el Señor cargó sobre él la maldad de todos nosotros.
(Isaías 53:6 DHHe (D))


Todo los textos anteriores muestran claramente que el Señor está buscando a su pueblo Israel dispersado y asimilado entre las naciones. Es por eso que si usted sigue a Cristo Pablo dice que ciertamente es usted descendencia de Israel (Gálatas 3:29) porque sus ovejas escuchan su voz y le siguen (Juan 10:27) de otro modo usted no sería su oveja perdida sino oveja de otro dueño.

Si no lo entiende aún lea entonces el plan de redención dado al profeta Ezequiel en donde claramente demuestra el Señor que el futuro Rey de Israel reunirá a las doce tribus que fueron divididas en dos reinos y luego dispersadas entre las naciones como lo hace un pastor con sus ovejas extraviadas. Ese rebaño se llama ISRAEL.

diles: ‘Esto dice el Señor: Voy a tomar el palo de José, que está en manos de Efraín y de las demás tribus aliadas de Israel, y lo voy a juntar con el palo de Judá para convertirlos en un solo palo en mi mano.’[i] Ten en tu mano, a la vista de ellos, los dos palos en los cuales escribiste. Luego diles: ‘Esto dice el Señor: Voy a sacar a los israelitas de entre las naciones a donde han ido a parar; los reuniré de todas partes y los haré volver a su tierra. Haré de ellos una sola nación en este país, en los montes de Israel, y tendrán un solo rey. No volverán a estar divididos en dos naciones ni separados en dos reinos. Tampoco volverán a mancharse adorando ídolos repugnantes ni cometiendo toda clase de pecados. Yo los libraré de todas las infidelidades[j] que han cometido y los limpiaré de sus pecados. Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios. Mi siervo David será el rey y único pastor de todos ellos,[k] y ellos me obedecerán y cumplirán mis leyes y decretos. Vivirán en el país que di a mi siervo Jacob, donde también vivieron sus antepasados. Allí vivirán siempre ellos y sus hijos y todos sus descendientes; y mi siervo David será siempre su jefe. Haré con ellos un pacto para asegurarles una vida tranquila. Será un pacto eterno. Haré que aumenten en número y pondré para siempre mi santo templo en medio de ellos. Viviré entre ellos, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.[l] Cuando mi santo templo esté para siempre en medio de ellos, las demás naciones reconocerán que yo he escogido a Israel como mi posesión sagrada.’ ”[m]
(Ezequiel 37:19-28 DHHe (D))

k 37.24 Un solo pueblo y un solo rey, como en tiempos de David. Cf. Eze_34:24.

m 37.26-28 Mi santo templo: Ezequiel se refiere al nuevo templo que estará en el centro mismo del país (cf. caps. 40-44).

Los Gentiles

Los gentiles mencionados en las Escrituras del mal llamado NT son gentiles "Temerosos de Dios" osea gentiles que creen en el Dios de Israel y se congregaban juntamente con los judíos en las sinagogas los día de shabat. Nótese que el relato del libro de Hechos de los Apóstoles Pablo cuando habla de "ir a los gentiles" siempre aparece entrando a una sinagoga en la cual les proclamaba a Jesús como el tan esperado Rey de Israel. Esta es realmente la buena nueva y solo es posible si se cree en el Dios de Israel y se conocen las promesas hechas a los patriarcas de Israel, la historia de Israel y la promesa hecha al Rey David. Es imposible de que estos gentiles sean simplemente gentiles y no los "Temerosos de Dios" ya que no tendría para ellos ningún significado. A estos gentiles se les proclamaba el puro monoteísmo tal como lo vemos en el relato de Pablo y Bernabé en Listra (Hechos 14) y Pablo y los atenienses (Hechos 17).

Por eso a los de la sinagoga de Roma les dijo que los gentiles (tanto temerososos como no temerosos) que si creían en su mensaje de buena nueva ellos eran injertados al pueblo de Israel.

De entre los judíos, que eran como las ramas naturales del olivo, algunos fueron cortados, y en su lugar fuiste injertado tú, que eras como una rama de olivo silvestre. Así llegaste a tener parte en la misma raíz y en la misma savia del olivo.[ñ]
(Romanos 11:17 DHHe (D))

ñ 11.17-24 El olivo, en el AT, es símbolo de Israel (Jer_11:16). Aquí el olivo cultivado, al cual se le cortan algunas ramas para injertar otras en su lugar, representa a la nación de Israel; el olivo silvestre, a los no judíos que aceptan el evangelio. (El mismo tema se presenta, utilizando otras figuras, en Efe_2:11-22.)


Pablo tenía muy claro la revelación de que los gentiles que seguían a Cristo eran descendencia de Israel dispersada entre las naciones y conociendo que un día ellos se separarían nuevamente de sus hermanos judíos creando una nueva religión (Religión Romana) los amonestó de la siguiente manera.

Hermanos, quiero que sepáis este designio secreto[q] de Dios, para que no os creáis sabios: En parte el pueblo de Israel se ha endurecido,[r] pero solo hasta que hayan entrado todos los que no son de Israel. Cuando esto suceda, todo Israel alcanzará la salvación, pues la Escritura dice:
“De Sión vendrá el libertador
y apartará de Jacob la maldad.
(Romanos 11:25-26 DHHe (D))


q 11.25 Designio secreto: gr. mysterion (algo antes oculto pero ahora revelado). Véase Índice temático.

r 11.25 En parte: Se refiere al hecho de que sólo una parte de Israel se ha endurecido (cf. v. 5).

 Ahora pregunto: ¿Será que Dios ha rechazado a su pueblo? ¡De ninguna manera! Yo mismo soy israelita, descendiente de Abraham y perteneciente a la tribu de Benjamín.[b]
(Romanos 11:1 DHHe (D))

 La esperanza de Pablo fue y ha sido siempre la restauración de Israel.

Pues bien, ahora me han traído a juicio precisamente por la esperanza que tengo en la promesa que Dios hizo a nuestros antepasados. Nuestras doce tribus de Israel esperan ver el cumplimiento de esa promesa, y por eso adoran a Dios y le sirven día y noche. Por esta misma esperanza, rey Agripa, los judíos me acusan ahora.
(Hechos 26:6-7 DHHe (D))


La esperanza de Pedro y Jacobo es la misma de Pablo.

Pedro,[a] apóstol[b] de Jesucristo, a los que viven esparcidos fuera de su patria,[c] en las provincias de Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia,[d]
(1 Pedro 1:1 DHHe (D))

d 1.1 Provincias romanas de Asia Menor (parte de la actual Turquía

Yo, Santiago,[a] siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saludo a las doce tribus de Israel esparcidas por todo el mundo.[b]
 (Santiago 1:1 DHHe (D))

b 1.1 Las doce tribus... mundo: lit. las doce tribus en la Dispersión (gr. diaspora), expresión que, en su sentido literal, designa a los judíos que quedaron esparcidos entre las naciones después del cautiverio babilónico. Aquí abarca a los creyentes en Cristo esparcidos por el mundo, incluidos los de procedencia judía.






Recuerde que las doce tribus fueran divididas en dos reinos, el Reino de Israel y el Reino de Juda. El Reino de Israel fue destruído y sus habitantes desterrados por todo el mundo (lea profecía de Oséas) y el Reino de Judá fue destruído y esparcido por el todo el mundo (lea profecías de Jeremías y Lucas 21:24). El profeta Isaías dice acerca de la restauración de Israel.


En aquel tiempo mostrará otra vez el Señor su poder
reconquistando el resto de su pueblo,[m]
haciéndolo volver de Asiria y de Egipto,
de Patros, de Etiopía, de Elam,
de Sinar, de Hamat[n] y de los países del mar. Levantará una señal para las naciones
y reunirá a los israelitas que estaban desterrados;
juntará desde los cuatro puntos cardinales
a la gente de Judá que estaba dispersa. La envidia de Efraín terminará,
y el rencor de Judá se calmará;
Efraín no tendrá envidia de Judá,
y Judá no sentirá rencor contra Efraín.
(Isaías 11:11-13 DHHe (D))

No te dejes engañar por los que continuán creando división entre el pueblo de Dios. Solo hay un solo pueblo y su nombre es ISRAEL y este pueblo tiene una sola Ley (Torah) para todos sus ciudadanos.

“Acordaos de la ley que di a mi siervo Moisés en el monte Horeb.[e] ¡Eran preceptos y mandatos que todo Israel debía obedecer!
(Malaquías 4:4 DHHe (D))

e 4.4 Acordaos de la ley... en el monte Horeb: Cf. Ex 19.16-20.20; Éxo_24:1-17 Deu_5:1-3.

¡Las Naciones también tendrán la misma Ley y la obedecerán!


Estas son las profecías que Isaías, hijo de Amós, recibió por revelación acerca de Judá y Jerusalén:[b] En los últimos tiempos quedará afirmado
el monte donde se halla el templo del Señor.
Será el monte más alto;
más alto que cualquier otro monte.
Todas las naciones vendrán a él; pueblos numerosos llegarán, diciendo:
“Venid, subamos al monte del Señor,[c]
al templo del Dios de Jacob,
para que él nos enseñe sus caminos
y podamos andar por sus senderos.”[d]
Porque de Sión saldrá la enseñanza[e] del Señor;
de Jerusalén vendrá su palabra. El Señor juzgará entre las naciones
y decidirá los pleitos de pueblos numerosos.
Ellos convertirán sus espadas en arados
y sus lanzas en hoces.
Ningún pueblo volverá a tomar las armas contra otro
ni a recibir instrucción para la guerra.[f] ¡Vamos, pueblo de Jacob,
caminemos a la luz del Señor!
 (Isaías 2:1-5 DHHe (D))


a 2.1-5 Esta profecía, que se encuentra en forma casi idéntica en Miq_4:1-3, habla de la exaltación de Sión (Jerusalén) y de su templo, que en el futuro será lugar de reunión de todas las naciones (vs. 2-3). La promesa de un reino de paz (v. 4) aparece también en Isa_9:2-7; Isa_11:1-9.

b 2.1 Este nuevo encabezamiento parece indicar que los caps. 2-5, o parte de ellos, formaban originalmente un documento aparte, incluido más tarde en el libro de Isaías (véase Isa_1:1 nota b).


c 2.3 Monte del Señor: el monte Sión, la colina de Jerusalén donde se encontraba el templo. Véase Sal_2:6 n.

d 2.3 Cf. Isa_56:6-7; Zac_8:20-22.

e 2.3 La enseñanza: en heb. torá, término que a veces se traduce por ley. Véase Sal_1:2 nota d.




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