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domingo, 13 de julio de 2014

¡Venga a nosotros tu reino!

 La 12 tribus de Iaaqov (Israel) fueron establecidas en la tierra de Kenaan tal como ordenó El Eterno, el creador del Reino de Israel, el Reino del Eterno. Podemos ver en el mapa que las tribus más destacadas son la tribus de Biniamín y Iehudá en la parte sur y las tribus de Efrayin y Menasheh en la parte norte. Hay profecías que hablan del rol de estas tribus que debemos comprender. Primeramente vemos que a Iehudá se le dio la autoridad de gobernar a todas las tribus.

Tú, Yahudah, tus hermanos te alabarán; tu mano estará en la nuca de tus enemigos; los hijos de tu padre se postrarán ante ti. Yahudah es un cachorro de león. De la caza, hijo mío, has vivido. Él acecha, se agazapa como un león, como el rey de las bestias –¿quién se atreve a despertarlo? El cetro no se apartará de Yahudah, ni la vara de gobernante de entre sus pies; hasta que venga Shiloh, y el homenaje de los pueblos será suyo. 
(Génesis 49:8-10 VIN2011)

Binyamín es un lobo opresor; en la mañana consume al adversario, y en la noche divide el botín”. 
(Génesis 49:27 VIN2011)

Algún tiempo después le dijeron a Yosef: “Tu padre está enfermo”. Así que tomó consigo a sus dos hijos, Menasheh y Efráyim. Cuando le dijeron a Yaaqov: “Tu hijo Yosef ha venido a verte”, Yisrael hizo acopio de fuerzas y se sentó en la cama. Y Yaaqov le dijo a Yosef: “'El-Shaday el Poderoso Omnipotente se me apareció en Luz en la tierra de Kenaan, y me bendijo, y me dijo: “Te haré fértil y numeroso; te convertiré en una comunidad de pueblos; y le asignaré esta tierra a tu linaje venidero como posesión perpetua’. Ahora, tus dos hijos, que te nacieron en la tierra de Mitsráyim antes de que yo viniera a ti a Mitsráyim, serán míos; Efráyim y Menasheh no serán menos míos que Reubén y Shimón. Pero la progenie que te nazca después de ellos será tuya; ellos quedarán registrados en lugar de sus hermanos en su herencia. [Hago esto porque] cuando yo regresaba de Padán, murió Rajel, para tristeza mía, mientras yo residía como extranjero en la tierra de Kenaan, estando aún a cierta distancia de Efratah; y la sepulté allí en el camino a Efratah” –ahora Bet Léjem. Notando a los hijos de Yosef, Yisrael preguntó: “¿Quiénes son estos?” Y Yosef le dijo a su padre: “Estos son mis hijos, que Elohim me ha dado aquí”. Y él dijo: “Tráemelos, para bendecirlos”. Para entonces los ojos de Yisrael estaban nublados por la edad; no podía ver. Así que [Yosef] se los acercó, y él los besó y los abrazó. E Yisrael le dijo a Yosef: “Nunca esperaba volver a verte, y ahora Elohim me ha permitido ver a tus hijos también”. Yosef entonces se los quitó de las rodillas, y se postró con el rostro en el suelo. Yosef los tomó a los dos, a Efráyim con la mano derecha –a la izquierda de Yisrael– y a Menasheh con la mano izquierda –a la derecha de Yisrael– y se los acercó. Pero Yisrael alargó su mano derecha y la puso sobre la cabeza de Efráyim, aunque era el menor, y su mano izquierda sobre la cabeza de Menasheh cruzando así las manos –aunque Menasheh era el primogénito. Y bendijo a Yosef, diciendo: “ha'Elohim en cuyos caminos anduvieron mis padres Avraham y Yitsjaq, ha'Elohim que ha sido mi pastor desde mi nacimiento hasta este día – el Mensajero que me ha rescatado de todo mal– bendiga a los muchachos. En ellos se recordará mi nombre, y los nombres de mis padres Avraham y Yitsjaq, y que ellos lleguen a ser grandes multitudes sobre la tierra”. Cuando Yosef vio que su padre estaba poniendo su mano derecha sobre la cabeza de Efráyim, pensó que se había equivocado; así que tomó la mano de su padre para moverla de la cabeza de Efráyim a la de Menasheh. “Así no, padre”, le dijo Yosef a su padre, “que el otro es el primogénito; pon tu mano derecha sobre su cabeza”. Pero su padre objetó, diciendo: “Lo sé, hijo mío, lo sé. Él también llegará a ser un pueblo, y también será grande. Pero su hermano menor será más grande que él, y su linaje será suficientemente numeroso para formar naciones”. Así los bendijo aquel día, diciendo: “Por medio de ustedes invocará Yisrael las bendiciones, diciendo: Que Elohim te haga como a Efráyim y Menasheh”. Así puso a Efráyim antes de Menasheh. 

(Génesis 48:1-20 VIN2011)

Podemos destacar que la tribus de Iehudá, Efrayin y Menasheh tienen unos roles proféticos importantes, de la tribu de Iehudá saldra el gobernate de todas las tribus y todas las naciones de la tierra le obedecerán. De las tribus de Efrayim y Menasheh saldran naciones pero específicamente de la tribu de Efrayim saldrá multitudes de naciones. Cuando el reino de Shelomó, hijo de David, fue dividido en dos reinos las tribus de Iehudá y Biniamín conformaron el Reino del Sur (Iehudá) y las otras diez tribus restantes conformaron el Reino del Norte (Israel) al mando de la tribu de Efrayin, es por esto que al Reino del Norte también se le conoce como el Reino de Efrayin. Es muy interesante ver que la bendición del primogénito que Iaaqov pronunció se la dio a Efrayin, y perpetuar el nombre de su padre, el nombre de Israel (Yaaqov) es parte de los derechos de la primogenitura. Por esto los nombres de Israel y Efrayin son ahora inetrcambiables.


“Tú, hijo de hombre, toma una vara y escribe sobre ella: ‘Para Yahudah y los hijos de Yisrael, sus compañeros’. Toma después otra vara y escribe sobre ella: ‘Para Yosef (vara de Efráyim) y toda la Casa de Yisrael, sus compañeros’. Luego únelas, una con otra, para que sean una sola; y serán una sola en tu mano. Y cuando los hijos de tu pueblo te pregunten: ‘¿No nos enseñarás qué significan para ti estas cosas?’, les dirás que así ha dicho Adonay Yahweh: ‘Miren, yo tomo la vara de Yosef (que está en la mano de Efráyim) y las tribus de Yisrael, sus compañeros, y la pondré junto con la vara de Yahudah. Los haré una sola vara, y serán una sola en mi mano’. Las varas sobre las cuales escribas estarán en tu mano, ante la vista de ellos. Y les dirás que así ha dicho Adonay Yahweh: “Miren, yo tomaré a los hijos de Yisrael de entre las naciones a las cuales fueron; los reuniré de todas partes, y los traeré a su propia tierra. Haré de ellos una sola nación en la tierra, en los montes de Yisrael, y todos ellos tendrán un solo rey. Nunca más serán dos naciones, ni nunca más estarán divididos en dos reinos. 
(Ezequiel 37:16-22 VIN2011)

De la tribu de Efrayin, que ahora es el Reino del Norte o Reino de Israel, saldrá una descendencia numerosa que poblará la tierra y formará naciones. Para lograr esto El Eterno utiliza el pecado del Reino de Israel para sembrar su descendencia entre las naciones. El Eterno dijo estas palabras acerca del Reino de Israel y de Iehudá.

La palabra de Yahweh que vino a Hoshea hijo de Beerí, en los reinados de los reyes Uziyah, Yotam, Ajaz, y Yejizqiyah de Yahudah, y en el reino del rey Yarovam hijo de Yoash de Yisrael. Cuando Yahweh le habló por primera vez a Hoshea, Yahweh le dijo a Hoshea: “Ve, consíguete una esposa de prostitución e hijos de prostitución; porque el país se prostituirá apartándose de Yahweh”. Así que fue y se casó con Gómer hija de Dibláyim. Ella concibió y le dio un hijo, y Yahweh le instruyó: “Llámalo Yizreel el Valle; porque pronto castigaré a la Casa de Yehú por los hechos sangrientos en Yizreel y le pondré fin a la monarquía de la Casa de Yisrael. En ese día quebraré el arco de Yisrael en el Valle de Yizreel”. Concibió ella otra vez y tuvo una hija; y Él le dijo: “Llámala No-aceptada; porque no aceptaré más a la Casa de Yisrael ni los perdonaré. –Pero aceptaré a la Casa de Yahudah, y les daré la victoria por Yahweh su Elohim. No les daré la victoria con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos y jinetes.–” Después de destetar a No-aceptada, concibió y tuvo un hijo. Entonces Él dijo: “Llámalo No-mi-pueblo; porque ustedes no son mi pueblo, y yo no seré [Elohim] de ustedes”. “El número de los del pueblo de Yisrael será como las arenas del mar, que no se puede medir ni contar; y en lugar de que se les diga: “Ustedes no son mi pueblo”, se les llamará Hijos del Elohim Vivo.  El pueblo de Yahudah y el pueblo de Yisrael se congregarán en unidad y nombrarán sobre ellos a una sola cabeza; y se levantarán del suelo –¡porque será maravilloso el día de Yizreel! 
(Oseas 1:1-11 VIN2011)

A la Casa de Israel (el Reino del Norte) le fue dada carta de divorcio y desechada, abadonada. Así dice el profeta Irmeyahu.

[Me llegó la palabra de Yahweh] como sigue: “Si un hombre se divorcia de su esposa, y ella se aparta de él y se casa con otro hombre, ¿podrá él después volver con ella? ¿No quedaría la tal tierra profanada? Ahora tú te has prostituido con muchos amantes; ¿puedes volver a mí? –dice Yahweh. Alza tu vista a los cerros y mira: ¿En qué lugar no se han acostado contigo? Tú los esperabas a la orilla de los caminos, como un bandido en el desierto. Y contaminaste el país con tus prostituciones y tu maldad. Y cuando se detuvieron los aguaceros, y no vinieron las lluvias tardías, tú tuviste el descaro de una mujer de la calle, no quisiste avergonzarte. Y ahora me llamas: ‘Padre, tú eres el Compañero de mi juventud. ¿Uno odia para siempre? ¿Uno se enoja eternamente?’ Así fue como hablaste; hiciste mal, y te saliste con la tuya”. Yahweh me dijo en los días del rey Yoshiyahu: “¿Has visto lo que ha hecho la Rebelde Yisrael, yendo a todo monte alto y bajo todo árbol frondoso, y prostituyéndose allí? Yo pensé: Después que ella hizo todo esto, volverá a mí. Pero no volvió; y lo vio su hermana, la Desleal Yahudah. Yo noté: Como la Rebelde Yisrael había cometido adulterio, yo la despedí y le di carta de divorcio; pero su hermana, la Desleal Yahudah, no tuvo temor –ella también fue y se prostituyó. 
(Jeremías 3:1-8 VIN2011)

Sin embargo El Eterno dijo que volverá a aceptar y recoger a la Casa de Israel. Preste atención a las siguientes profecías.

Ve y haz esta proclamación hacia el norte, di: Vuelve, oh Rebelde Yisrael –declara Yahweh. No te miraré con ira, porque soy compasivo –declara Yahweh; no guardaré rencor para siempre. Sólo reconoce tu pecado, porque has transgredido contra Yahweh tu Elohim, has repartido tus favores a los extraños bajo todo árbol frondoso y no me has hecho caso –declara Yahweh. “¡Vuélvanse, oh hijos rebeldes, que yo soy su esposo! –declara Yahweh. Aunque los he rechazado, los tomaré, uno por ciudad y dos por clan, y los traeré a Tsiyón. Les daré pastores según mi corazón, y ellos los pastorearán con conocimiento y destreza. Y cuando ustedes se multipliquen y sean fecundos en la tierra, en esos días –declara Yahweh– no hablarán más del Arca de la Alianza de Yahweh, ni vendrá más a la mente. No la mencionarán, ni la echarán de menos, ni harán otra. En ese tiempo a Yerushalem la llamarán ‘Trono de Yahweh’, y todas las naciones se reunirán allá, en el nombre de Yahweh, en Yerushalem. No seguirán más la disposición de su malvado corazón. En esos tiempos la Casa de Yahudah caminará con la Casa de Yisrael; vendrán juntas de la tierra del norte a la tierra que di a sus padres como propiedad. 
(Jeremías 3:12-18 VIN2011)

Yahweh se me reveló desde antaño, diciendo: “Con amor eterno te he amado; por eso te he prolongado mi favor. Te edificaré firmemente otra vez, oh Virgen Yisrael. De nuevo tomarás tus panderos y saldrás al ritmo de las bailarinas. Otra vez plantarás viñas en los montes de Shomrón, y los que las planten las disfrutarán. Porque viene el día en que los guardias proclamarán en las alturas de Efráyim: “¡Vengan, subamos a Tsiyón, a Yahweh, nuestro Elohim!” Porque así ha dicho Yahweh: “Griten de gozo por Yaaqov, clamen en las encrucijadas de las naciones. Canten fuerte en alabanza, y digan: ‘¡Salva, Yahweh, a tu pueblo, al remanente de Yisrael!’ “Yo los traeré de la tierra del norte, los reuniré de los confines de la tierra –entre ellos vendrán ciegos y cojos, mujeres encinta y las paridas– en una gran multitud volverán acá. Vendrán con llanto, y con compasión los guiaré. Los conduciré a los arroyos de aguas, por un camino parejo donde no tropezarán. Porque yo soy siempre un Padre para Yisrael, Efráyim es mi primogénito”. ¡Oh naciones, escuchen la palabra de Yahweh y háganlo saber en las costas lejanas! Digan: “El que dispersó a Yisrael lo reunirá y lo guardará, como el pastor a su rebaño”. Porque Yahweh rescatará a Yaaqov, lo redimirá de uno muy fuerte para él. Vendrán y cantarán en la cumbre de Tsiyón, radiantes por la bondad de Yahweh –por el grano, el vino nuevo, el aceite y las crías de las ovejas y del ganado. Su vida será como huerto regado, nunca más volverán a languidecer. Entonces las doncellas danzarán alegremente, jóvenes y ancianos juntamente. Transformaré su duelo en gozo, los consolaré y los alegraré en su dolor. Colmaré de abundancia al sacerdote, y mi pueblo se saciará de mi abundancia” –declara Yahweh. Así ha dicho Yahweh: “Una voz se oye en Ramá –lamento y llanto amargo– Raquel llorando por sus hijos. No quiere que la consuelen por sus hijos, porque se han ido”. Así ha dicho Yahweh: “Restringe tu voz del llanto, tus ojos de derramar lágrimas, porque hay una recompensa para tu obra –declara Yahweh: Ellos volverán de la tierra del enemigo. Y hay esperanza para tu futuro; tus hijos volverán a su país –declara Yahweh. 
(Jeremías 31:3-17 VIN2011)

“¡Alégrate, oh estéril, tú que nunca has dado a luz! Grita de gozo, tú que nunca tuviste dolores de parto. Porque más son los hijos de la dejada que los de la desposada” –dijo Yahweh. “Ensancha el sitio de tu carpa, extiende el tamaño de tu morada, no te limites; alarga tus cuerdas y afirma tus estacas. Porque vas a extenderte a la derecha y a la izquierda; tu linaje desposeerá naciones y poblará las ciudades desoladas. “No temas, que no quedarás avergonzada; no te confundas, que no quedarás burlada. Pues te olvidarás del reproche de tu juventud, y no te acordarás más de la vergüenza de tu viudez. Porque el que te hizo te desposará –Yahweh de los Ejércitos es su nombre. El Santo de Yisrael te redimirá –se llama el Elohim de toda la tierra. Yahweh te ha vuelto a llamar como a una mujer dejada y abandonada. ¿Puede uno desechar a la esposa de su juventud? –dijo tu Elohim. Por un breve momento te dejé, pero con inmenso amor te volveré a traer. Al desbordarse mi ira, por un momento, escondí de ti mi rostro; pero con bondad eterna te volveré a traer en amor –dijo Yahweh tu Redentor. Porque esto para mí es como las aguas de Nóaj: Como juré que las aguas de Nóaj nunca más inundarían la tierra, así he jurado que no me enojaré contigo ni te reprenderé. Porque podrán moverse los montes y derrumbarse las colinas, pero mi lealtad nunca se apartará de ti, ni será conmovida mi alianza de amistad –dijo Yahweh, el que te vuelve a recibir en amor. “¡Pobrecita, arrebatada por la tempestad, sin consuelo! Yo pondré turquesas como tus piedras de construcción y haré tus cimientos de zafiros. Haré tus almenas de rubíes, tus puertas de berilo, y todo tu muro alrededor, de piedras preciosas. Y todos tus hijos serán discípulos de Yahweh, y grande será la felicidad de tus hijos. 
(Isaías 54:1-13 VIN2011)

¿Por qué tenemos que comprender todo esto? Porque al mismo tiempo que se acercan los juicios y la ira del Eterno contra el mundo entero también se acerca nuestra redención. Nosotros, los que creemos en El Eterno y su Ungido, Ieshúa haMelej (Jesús el Rey de Israel) somos parte de la descendencia de Efrayin pués provenimos de multitudes de naciones. En una ocasión Ieshúa haMashiáj (Jesús el Cristo) dijo:

Y respondiendo dijo: “A mí no me han enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Yisrael”. 
(Mateo 15:24 VIN2011)

La Casa de Israel o Reino de Israel, una referencia acerca de las diez tribus que componían el extinto Reino del Norte que fue el al exilio en el siglo VIII antes del nacimiento del Mashíaj. El Eterno prometió que el mismo los buscaría y los taería de vuelta a la tierra prpmetida a Abraham, Itzjaq y Iaaqov.

yo libraré a mis ovejas, y nunca más quedarán expuestas al pillaje. ¡Yo juzgaré entre cordero y cordero! Yo levantaré sobre ellas un solo pastor, mi siervo Dawid; y él las apacentará. Él las apacentará y así será su pastor. Yo, Yahweh, seré su Elohim, y mi siervo Dawid será príncipe en medio de ellos. Yo Yahweh, he hablado. Estableceré con ellos un pacto de paz, y haré que desaparezcan de la tierra las fieras dañinas, de modo que habiten seguros en el desierto y duerman en los bosques. A ellos y a los alrededores de mi colina daré bendición. Haré descender la lluvia a su tiempo; serán lluvias de bendición. Los árboles del campo darán su fruto, y la tierra entregará sus productos. Estarán seguros en su propio suelo, y sabrán que soy Yahweh cuando yo rompa las coyundas de su yugo y los libre de mano de los que se aprovechan de ellos. Ya no serán más una presa para las naciones, ni los devorarán las fieras de la tierra. Habitarán seguros, y no habrá quien los espante. Levantaré para ellos un vergel de paz, y nunca más se consumirán de hambre en la tierra, ni cargarán más con el bochorno de las naciones. Sabrán que yo, su Elohim Yahweh, estoy con ellos; y que ellos, la casa de Yisrael, son mi pueblo, dice Adonay Yahweh. Ustedes, ovejas mías, ovejas de mi prado, son hombres, y yo soy su Elohim”, dice Adonay Yahweh. 
(Ezequiel 34:22-31 VIN2011)

Ieshúa es el pastor de quien habla el profeta Iehjezkel. Él mismo se lo dijo a sus hermanos de la Casa de Iehudá.

Yo soy el buen pastor y conozco mis ovejas, y las mías me conocen. Como el Padre me conoce, yo también conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. “También tengo otras ovejas que no son de este redil. A ellas también tengo que traerlas, y oirán mi voz. Así habrá un solo rebaño y un solo pastor. 
(Juan 10:14-16 VIN2011)

Un solo rebaño, una sola nación.

Haré de ellos una sola nación en la tierra, en los montes de Yisrael, y todos ellos tendrán un solo rey. Nunca más serán dos naciones, ni nunca más estarán divididos en dos reinos. 
(Ezequiel 37:22 VIN2011)

Si escuchas la voz del Mashíaj, el Pastor del Israel, y le sigues entonces:

Y ya que son del Mashíaj, ciertamente son descendencia de Avraham, herederos conforme a la promesa. 
(Gálatas 3:29 VIN2011)

¿Cuál promesa?  La promesa dada a Abraham.

Y no te llamarás más Avram Padre Exaltado, sino que te llamarás Avraham Padre de Muchos, porque yo te hago el padre de una multitud de naciones. 
(Génesis 17:5 VIN2011)

Y la promesa de recoger a toda la descendencia de Israel entre las naciones y traerlas a la tierra prometida, Eretz Israel.


En ese día, Yahweh volverá a poner su mano para redimir la otra parte de su pueblo desde Ashur – como también desde Mitsráyim, Patros, Kush, Elam, Shinar, Hamat y las costas del mar. Él levantará una señal para las naciones, y juntará a los desterrados de Yisrael, y reunirá a los dispersos de Yahudah desde los cuatro extremos de la tierra. Entonces cesará la envidia de Efráyim, y terminará la hostilidad contra Yahudah; Efráyim no envidiará a Yahudah, ni Yahudah hostilizará a Efráyim. Volarán, le golpearán la espalda a Peléshet al occidente, y juntos saquearán a los pueblos del oriente; Edom y Moav se sujetarán a ellos y los hijos de Amón les obedecerán. Yahweh secará la lengua del mar mitsrita, –con el poder de su aliento levantará su mano sobre el Río y lo partirá en siete arroyos, de modo que se pueda pasar por él con sandalias. Así habrá un camino para la otra parte de su pueblo que quedó en Ashur, como lo hubo para Yisrael cuando subió de la tierra de Mitsráyim. 
(Isaías 11:11-16 VIN2011)


En ese día dirás: “¡Te doy gracias, oh Yahweh! Aunque estabas enojado conmigo, tu ira se apartó y me consuelas. ¡Ese es el Elohim que me da el triunfo! Estoy confiado, sin temor; porque Yah Yahweh es mi fortaleza y mi poder, él ha sido mi liberación”. Con gozo sacarán ustedes agua de los manantiales del triunfo, y dirán en ese día: “¡Alaben a Yahweh, proclamen su nombre! Den a conocer sus obras entre los pueblos; declaren que su nombre es exaltado! ¡Canten alabanzas a Yahweh, porque ha hecho cosas gloriosas! Que se dé a conocer esto en toda la tierra! Grita de gozo, oh habitante de Tsiyón, pues grande en tu medio es el Santo de Yisrael”. 
(Isaías 12:1-6 VIN2011)

¡AMÉN!

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