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jueves, 13 de noviembre de 2014

Retornando a la verdad encontrada en las Sagradas Escrituras

En una ocasión el emisario Shaúl de Tarso escribió una carta a la congregación de creyentes en Ieshúa como el Rey de Israel prometido por los profetas para que no fueran arrogantes acerca de ellos mismos por creer y los judíos no como si supiera que en tiempos venideros Roma tomaría el control del movimiento judío creado por Ieshúa para convertirlo en una religión universal del imperio romano, y como un testimonio para que futuras generaciones de creyentes no cometieran el gran error que Shaúl ya veía en su tiempo, "el pueblo judío ha sido rechazado por Di-os y re-emplazado por otro".


Por eso pregunto: ¿Acaso rechazó Elojim a su pueblo? ¡De ninguna manera! Porque yo mismo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Biniamín. Elojim no rechazó a su pueblo, al cual conoció de antemano.(Romanos 11:1-2)

La arrogancia ha hecho que nos hallamos desligados de nuestras raíces hebreas y distorcionado la interpretación de las Escrituras. Por tanto, al leer textos como el de la carta a la congregación de Tesalónica hacemos de una palabra una doctrina biblíca.


Luego nosotros, los que vivimos y hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes, para salir al encuentro del Adón en el aire; y así, siempre estaremos con el Adón. (1 Tesalonicenses 4:17)
Hablo acerca de la doctrina del rapto o arrebatamiento de la Iglesia.  Esta doctrina está basada en una interpretación biblíca fuera de su contexto. Shaúl de Tarso es un judío, un israelita descendiente de la tribu de Biniamín. Él está hablando de la esperanza que tiene Israel, una esperanza basada en la promesa hecha a los patriarcas del pueblo de Israel. El Todopoderoso prometió a Abraham, Itzáj y Iaacob que su descendencia, los hijos de Iaacob (Israel), vivirían para siempre en la tierra de Canaán. Esto lo podemos ver en el relato de Hechos de los Emisarios.

Y ahora, por la esperanza de la promesa que hizo Elojím a nuestros padres soy llamado a juicio; promesa cuyo cumplimiento esperan que han de alcanzar nuestras doce tribus, sirviendo constantemente a Elojím de día y de noche.(Hechos 26:6-7)
Ésta promesa la vemos confirmada por el profeta Iejezquel al hablar acerca de los hijos de Israel dispersos entre las naciones.

y les dirás: Así ha dicho Adonaí IHVH: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su tierra; y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos. (Ezequiel 37:21-22)
Éste rey es el que Shaúl está proclamando a la descendencia de Israel, ahora asimilados a las naciones, entre las naciones. Por lo tanto cuando Shaúl habla de reunirnos con nuestro Adón en el aire está hablando de la restauración de la nación de Israel, de la reunificación de las doce tribus de la cual vemos mencionada en el libro Hechos de los Emisarios (Hechos 26:6-7).

El pueblo de Israel es la nación escogida de Adonaí IHVH, Ieshúa profetiza acerca de ésta reunificación cuando sus alumnos le preguntan cuando será la llegada de la era por venir.

E inmediatamente después de la tribulación (la angustía de Iaacob) de aquellos días, el sol será oscurecido y la luna no dará su resplandor; las estrellas caerán del cielo° y las potencias de los cielos serán conmovidas: Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre, y todas las tribus de la tierra se lamentarán entonces, y verán al Hijo del Hombre venir sobre las nubes del cielo° con poder y gran gloria. Y enviará a sus malajím con gran toque de shofar, y reunirán a sus escogidos de los cuatro vientos, de un extremo al otro extremo de los cielos. (Mateo 24:29-31)
Las traducciones biblícas al español han sido manipuladas para crear un pueblo distinto llamado Iglesia. La palabra Iglesía es la transliteración de la palabra griega ekklesia la cual significa asamblea o congregación. En la traducción al griego de la Torá, los Neviím y los Ketuvim (TaNaK)  vemos la palabra ekklesia  usada para el pueblo de Israel.

y me dio IHVH las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Elojím; y en ellas estaba escrito según todas las palabras que os habló IHVH en el monte, de en medio del fuego, el día de la asamblea (ekklesia)(Deuteronomio 9:10)
καὶ ἔδωκεν κύριος ἐμοὶ τὰς δύο πλάκας τὰς λιθίνας γεγραμμένας ἐν τῷ δακτύλῳ τοῦ θεοῦ, καὶ ἐπ᾿ αὐταῖς ἐγέγραπτο πάντες οἱ λόγοι, οὓς ἐλάλησεν κύριος πρὸς ὑμᾶς ἐν τῷ ὄρει ἡμέρᾳ ἐκκλησίας·(Deuteronomio 9:10)

Y en el libro de Hechos de los Emisarios vemos este mismo relato y traducido correctamente.

Este es aquel Moshé que estuvo en la congregación (ekklesia) en el desierto con el maláj que le hablaba en el monte Sinaí,  y con nuestros padres,  y que recibió palabras de vida que darnos; (Hechos 7:38)
ουτος εστιν ο γενομενος εν τη εκκλησια εν τη ερημω μετα του αγγελου του λαλουντος αυτω εν τω ορει σινα και των πατερων ημων ος εδεξατο λογον λογια ζωντα δουναι ημιν(Hechos 7:38) 

En otras palabras, Israel es la Iglesia y la Iglesia es Israel. Los creyentes de Ieshúa como el Rey de Israel prometido no son ya de otras nacionalidades sino parte de Israel. Esto se ve claramente en las cartas de Shaúl a los Efesios.

Por tanto,  acordaos de que en otro tiempo vosotros,  los gentiles en cuanto a la carne,  erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin el Mesías,  alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa,  sin esperanza y sin Elojím en el mundo. Pero ahora en Ieshúa el Mesías,  vosotros que en otro tiempo estabais lejos,  habéis sido hechos cercanos por la sangre del Mesías. (Efesios 2:11-13)
Así pues ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois conciudadanos con los santos y miembros de la familia de Elojím (Efesios 2:19)
Les invito a refleccionar sobre este tema muy importante ya que vivimos en tiempos de gran apostasía (abandono de la verdad encontrada en las Sagradas Escrituras de Israel) pero al mismo tiempo son tiempos de la restauración de todas las cosas según profetizaron los santos profetas de Israel.

Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el rollo hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia (conocimiento de la Palabra) será aumentada. (Daniel 12:4)

Éstos son los tiempos de fin. Que el Adón Ieshúa venga en nuestros días, y la congregación dice Amén.

De la misma manera que el Todopoderoso protegió y sacó al pueblo hebreo de la tierra de Egipto así mismo protegerá y sacará a los hijos de Israel entre las naciones para llevarlos a la tierra prometida a la descendencia de Abraham, Itzáj y Iaacob.

De la misma manera que David derrotó al gigante filisteo de Goliát así mismo Israel (actualmente una nación muy pequeña en el medio oriente geográficamente hablando) derrotará a sus enemigos (las naciones musulmanas que la rodean) quienes son mucho más numerosos que los israelíes que actualmente viven en la tierra de Israel.

Y alzará bandera ante las naciones, Para juntar a los desterrados de Israel, Y congregar a los esparcidos de Judá, De los cuatro extremos de la tierra. Entonces será quitada la envidia de Efraín, Y se acabará el rencor de Judá; Efraín no tendrá envidia de Judá, Ni Judá afligirá más a Efraín. Desde el occidente volarán sobre los hombros de los filisteos,° Y unidos despojarán a los hijos de oriente. Edom y Moab caerán en sus manos, Y los hijos de Amón les obedecerán. YHVH secará la lengua del mar de Egipto; Con el poder de su aliento alzará su mano contra el Río,° Lo partirá en siete cauces que se pasarán en sandalias. Y habrá una calzada para el remanente de su pueblo que quede en Asiria, Como la tuvo Israel cuando subió de la tierra de Egipto. (Isaías 11:12-16)
No olvidemos, que El Eterno ha mostrado el final desde el principio, así como su pueblo fue liberado de Egipto así será liberado su pueblo que se encuentra entre las naciones.



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