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miércoles, 11 de febrero de 2015

La obseción de ir para el Cielo

1 Corintios 15:13-18 LBLA
(13)  Y si no hay resurrección de muertos, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado;
(14)  y si Cristo no ha resucitado, vana es entonces nuestra predicación, y vana también vuestra fe.
(15)  Aún más, somos hallados testigos falsos de Dios, porque hemos testificado contra Dios que El resucitó a Cristo, a quien no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan.
(16)  Pues si los muertos no resucitan, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado;
(17)  y si Cristo no ha resucitado, vuestra fe es falsa; todavía estáis en vuestros pecados.
(18)  Entonces también los que han dormido en Cristo han perecido.


 Así relata la Primera Carta a los Corintios acerca de la resurreción de los muertos, "si los muertos no resucitan entonces los que han muerto en Cristo han perecido." ¿Por qué la importancia acerca de la resurreción de los muertos de tal forma que si no existe entonces los que han creído en Cristo y están muertos han perecido? Piense acerca de esto, si cuando morimos vamos para el Cielo, ¿para qué tenemos necesidad de resucitar si estamos vivos? ¿Acaso no se nos ha dicho que la vida en el Cielo es una llena de paz y felicidad? Entonces, ¿para qué salir del Cielo y volver a la tierra? Nada de esto hace sentido. La verdad es que la idea de ir para el Cielo no se encuentra en las Escrituras. Los que apoyan esta doctrina hacen lo que muchos hacen, mal interpretar textos aislados sacados fuera de su contexto.

En una ocasión, cuando Lázaro el discípulo amado murió, Jesús dijo:

Juan 11:23 LBLA
(23)  Jesús le dijo*: Tu hermano resucitará.

A lo que la hermana de Lázaro respondió:

Juan 11:24 LBLA
(24)  Marta le contestó*: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final.

 Hágase la siguiente pregunta, si cuando morimos vamos para el Cielo ¿por qué Jesús no le dijo "Tu hermano está en el Cielo"? Y, ¿por qué Marta contestó que ella sabe que Lázaro resucitará en el día final? Lázaro es el discípulo amado por Jesús, si la esperanza nuestra fuese de ir para el Cielo, Jesús el Hijo de Dios, no se la negaría. Sin embargo la promesa, como podemos ver, no es ir para el cielo sino resucitar de entre los muertos. Nadie a subido ni subirá para el Cielo, excepto el Hijo de Hombre.

Juan 3:13 BJ3
(13)  Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.

Aún el Rey David, muy amado por Dios, no subió al Cielo, pués así dice Pedro al hablar de la
resurreción de Cristo.

Hechos 2:29 LBLA
(29)  Hermanos, del patriarca David os puedo decir confiadamente que murió y fue sepultado, y su sepulcro está entre nosotros hasta el día de hoy.

 Y Pablo nos dice que nos consolemos unos a otros con la promesa de que en día de la resurrección los muertos en Cristo resucitarán primero.

1 Tesalonicenses 4:13 LBLA
(13)  Pero no queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como lo hacen los demás que no tienen esperanza.

 La esperanza nuestra es la resurreción pués es para vida porque los muertos, muertos están.

Juan 5:28-29 LBLA
(28)  No os admiréis de esto, porque viene la hora en que todos los que están en los sepulcros oirán su voz,
(29)  y saldrán: los que hicieron lo bueno, a resurrección de vida, y los que practicaron lo malo, a resurrección de juicio.

 La creencia en la inmortalidad del alma no está sustentada en las Escrituras. Pués entonces, ¿como explicamos los siguientes textos?

Romanos 2:5-8 LBLA
(5)  Mas por causa de tu terquedad y de tu corazón no arrepentido, estás acumulando ira para ti en el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,
(6)  el cual PAGARA A CADA UNO CONFORME A SUS OBRAS:
(7)  a los que por la perseverancia en hacer el bien buscan gloria, honor e inmortalidad: vida eterna;
(8)  pero a los que son ambiciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia: ira e indignación.


 "A los que por la perseverancia en hacer el bien buscan gloria, honor e inmortalidad: vida eterna

1 Corintios 15:53 LBLA
(53)  Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.


"Y esto mortal se vista de inmortalidad."

1 Corintios 15:54 LBLA
(54)  Pero cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: DEVORADA HA SIDO LA MUERTE en victoria.


"Y esto mortal se haya vestido de inmortalidad"

La inmortalidad está reservada para los que alcanzen la vida eterna. Es una cualidad divina de la cual solo Cristo, aparte de Dios, la tiene; y nosotros podremos tener también.


2 Pedro 1:3-4 LBLA
(3)  Pues su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,
(4)  por medio de las cuales nos ha concedido sus preciosas y maravillosas promesas, a fin de que por ellas lleguéis a ser partícipes de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que hay en el mundo por causa de la concupiscencia.


La inmortalidad, la cual es de naturaleza divina, es la corona de la vida.

Santiago 1:12 LBLA
(12)  Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que le aman.

 Apocalipsis 2:10 LBLA
(10)  'No temas lo que estás por sufrir. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.

 Como podemos ver, el ser humano cuando muere su alma también muere pués es un ser mortal. Es en la resurreción que se recibe la inmortalidad. Por esto la resurreción es nuestra esperanza, la misma esperanza que tenía Marta, la hermana de Lázaro.

La muerte es como un sueño inconciente, el tiempo se detiene y no tenemos conciencia de nada hasta que seamos despertados en el día final.

El Paraíso

2 Corintios 12:1-4 LBLA
(1)  El gloriarse es necesario, aunque no es provechoso; pasaré entonces a las visiones y revelaciones del Señor.
(2)  Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (no sé si en el cuerpo, no sé si fuera del cuerpo, Dios lo sabe) el tal fue arrebatado hasta el tercer cielo.
(3)  Y conozco a tal hombre (si en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe)
(4)  que fue arrebatado al paraíso, y escuchó palabras inefables que al hombre no se le permite expresar.


Este texto de la carta de Pablo a los Corintios nos habla de una visión que tuvo Pablo. Pablo no estaba muerto sino que experimentó algo sobrenatural. No podemos basar nuestras creencias en un solo texto ni mucho menos en textos sacados de su contexto.

Por otro lado quiero hacer la salvedad que el Paraíso es un lugar terrenal y no celestial y específicamente se refiere a la nueva Jerusalén.

Lucas 23:42 LBLA
(42)  Y decía: Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.

 Lucas 23:43 VIN2011
(43)  Entonces Yahoshúa le dijo: “En verdad te digo hoy: conmigo estarás en el paraíso”.*

 Isaías 51:3 RV1960
(3)  Ciertamente consolará Jehová a Sion; consolará todas sus soledades, y cambiará su desierto en paraíso, y su soledad en huerto de Jehová; se hallará en ella alegría y gozo, alabanza y voces de canto.

 Apocalipsis 2:7 RV1960
(7)  El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.






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